Esguinces: síntomas y remedios naturales

Casi todos hemos sufrido en algún momento una de esas dolorosas torceduras de tobillo que el médico denomina “esguince”. Habitualmente se recomienda al paciente reposo, frío y en algunos casos un refuerzo de escayola para inmovilizar. Pero ¿Qué es exactamente un esguince y cómo se puede orientar desde las técnicas naturales?

¿Qué es un esguince?

Se denomina esguince a una distensión, estiramiento o desgarro de los ligamentos que unen los huesos en las articulaciones. Es decir, una caída, un golpe o un movimiento brusco y repentino pueden provocar que la articulación salga de su lugar.

Además, que dichos ligamentos sufran un estiramiento excesivo en un corto período de tiempo produciendo dolor, inflamación e incapacidad de funcionamiento de la articulación. La puntualización de si nos encontramos ante un esguince o una torcedura debe ser fruto de un diagnóstico médico.

Tipos de esguinces

Los tipos de esguince se dividen en tres grados.

  1. El primero (grado 1) correspondería a  una distensión parcial del ligamento
  2. El segundo (grado 2) a rotura total o parcial del ligamento.
  3. El tercero (grado 3) a una rotura total del ligamento que puede quedar además arrancado del hueso. Si existe en un grado 3 dicho desprendimiento es necesaria la cirugía.

Remedios tradicionales para tratar los esguinces

Si bien hasta hace un tiempo, la primera recomendación del médico era la escayola, últimamente se tiende más a un descanso de la parte afectada, una serie de productos o medicamentos analgésicos y antiinflamatorios y una rehabilitación si fuera necesaria.

El primer paso a seguir tras una torcedura de este tipo sería la aplicación de frío. Un paño con hielo dentro es una buena opción, ya que no se aconseja la aplicación de hielo directamente sobre la piel debido a las quemaduras que puede ocasionar.

Pasada aproximadamente una semana, se puede comenzar con masajes que ayudarán a desinflamar la zona y a favorecer su movilización, funcionando también como método analgésico debido a las endorfinas que se segregan durante el mismo.

La rehabilitación, si fuera necesaria, es conveniente que sea supervisada por un profesional que adecuará los ejercicios a la evolución de la lesión, si bien es un buen método el colocar una tapa de olla con el pomo hacia abajo y posar el pie realizando movimientos en todos los sentidos para fomentar la movilidad. Dicho método suele ser aconsejado por muchos profesionales que también evaluarán el tiempo necesario y la intensidad en cada caso.

Remedios naturales para tratar los esguinces

Existen varias plantas con acción analgésica y antiinflamatoria. Entre ellas nos encontramos el Harpagofito (Harpagophytum Procumbens), útil por sus efectos sobre las inflamaciones articulares. Además, es analgésico, antiinflamatorio, y antiespasmódico, lo que le ha llevado a ser llamado “la planta de la flexibilidad”. Deberemos tener precaución en casos de irritación gastrointestinal.

Igualmente se puede hacer un emplasto de Árnica, Hipérico, Consuelda, Cola de Caballo, Corteza de Sauce y el propio Harpagofito junto con arcilla. La mezcla se debe aplicar relativamente caliente y se deja actuar entre media hora y dos horas dependiendo del caso. Muy aconsejables son también los baños de contraste (un recipiente con agua muy fría y otro con agua caliente) con vinagre y sal.

Todo ello, puede acompañarse con el oligoelemento Flúor y con enzimas proteínicas.

Acupuntura para los esguinces

Desde las terapias naturales observamos que tanto en rodilla como en cervicales y tobillos hay toda una serie de meridianos de acupuntura que recorren las zonas. Por lo tanto, siempre es conveniente evaluar, especialmente en casos de esguinces repetidos y crónicos, una debilidad en los órganos correspondientes y consecuentemente un mal funcionamiento de éstos.

En base a esto nos encontramos con las siguientes correspondencias:

  • Rodilla
    • Externo: Vesícula Biliar y Estómago.
    • Interno: Bazo-Páncreas e Hígado.
  • Cervicales: Vesícula Biliar y Vejiga.
  • Tobillo
    • Externo: Vesícula Biliar.
    • Interno.- Bazo-Páncreas e Hígado (en algunos casos Riñón).

Por todo ello, una opción que resulta muy interesante para este tipo de torceduras es la acupuntura, ya que incide sobre los puntos afectados fortaleciendo la zona y regulando el posible mal funcionamiento del órgano asociado.

Conclusiones

Si bien no suele tratarse de problemas graves, debemos cuidar las torceduras y esguinces que podamos tener, ya que de lo contrario pueden volverse molestos y recordarnos, incluso años después de haberlos tenido, que de algún modo siguen ahí cuando hacemos un esfuerzo muscular o cuando hay cambios de temperatura.

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