L-Prolina: Propiedades y Usos
La prolina se encuentra en las proteínas de origen animal de manera orgánica. Es abundante en el pollo, la carne de ternera y el pescado. Además, se puede obtener en ciertos vegetales y hortalizas como el pepino y la zanahoria.
Deportistas y personas de la tercera edad buscan un nutriente esencial para mejorar su rendimiento muscular y condición ósea, por lo que han incrementado la ingesta diaria de la prolina.
En las proteínas, existen secuencias de aminoácidos conocidas como secuencias PEST, las cuales son reconocidas por enzimas que degradan proteínas y contienen prolina.
La prolina es utilizada en el tratamiento de enfermedades articulares debido a su papel en la síntesis de colágeno. Algunas de estas enfermedades incluyen artritis, esguinces, lesiones en ligamentos, lumbago, luxaciones, tendinitis y tortícolis.
A) Reparación de las articulaciones
Es uno de los compuestos más abundantes en la estructura colágeno de las membranas de las articulaciones.
B) Cicatrización tisular
La prolina es necesaria para la síntesis y reparación del colágeno, un importante factor en la cicatrización de lesiones, úlceras, quemaduras y otras formas de alteraciones tisulares.
C) Protección cardiovascular
La formación de lesiones en las arterias puede conducir a aterosclerosis, un precursor de la enfermedad cardiaca. La prolina, u través de su papel en la reconstrucción del colágeno, puede inhibir la descomposición del colágeno arteria¡ y acelerar la cicatrización de las lesiones arteriales existentes.
Usos potenciales:
- Artritis
- Lesiones deportivas (por ejemplo, torceduras, esguinces, etc.)
- Úlceras
- Quemaduras
- Enfermedad cardiovascular (por ejemplo, aterosclerosis)
Ingesta recomendada:
500 – 1.500 mg al día (tomados en ayunas)
Precauciones:
No se ha observado ninguna contraindicación.
Redactor de Casa Pià