¿Quién fue el Dr Edward Bach?

Edward Bach fue un médico inglés (1886-1936) que sobresalió en la investigación dentro del campo de la Bacteriología y la Homeopatía.  Fue el creador de los remedios de esencias florales que llevan su nombre.

Origen de Edward Bach

De origen galés, nacido en Monseley, cerca de Birmingham. Realizó sus primeros estudios de medicina en la Universidad de Birmingham y posteriormente en el University College Hospital, en Londres. Aquí es donde obtuvo el siguiente historial académico: Miembro del Real Colegio de Cirujanos, Licenciado en el Colegio de Médicos y Diplomado en Salud Pública.

A lo largo de su carrera médica, su dedicación giró entorno a la búsqueda de un remedio adecuado, de naturaleza simple y no intrusivo. Todo ello, destinado a la prevención y cura de las enfermedades crónicas.

Destacó en la práctica de la bacteriología, haciendo importantes aportaciones en el estudio de la toxemia intestinal. Este trabajo fue publicado en el Proceedings of the Royal Society of Medicine en el año 1920.

Pese a su afamada experiencia médica, este hombre de profunda humanidad, intuyo que la enfermedad era solo un estadio dentro de nuestra expresión orgánica y material. Detrás de cada síntoma, de cada desorden, existía una individualidad, un ser que sentía y pensaba. También, que poseía una singular historia y una forma de expresión única.

Un hecho significativo en su vida fue el comenzar a trabajar en el London Homeopatic Hospital. Esta experiencia que confirmó sus intuiciones a través del conocimiento de la obra de Samuel Hahnemann (padre de la homeopatía) y de su libro el Organon del Arte de Curar.

Todo lo que él había valorado desde un principio, fue reforzado por quién había sentado las bases de una nueva medicina. Ciertamente, contemplaba no sólo los síntomas propios a la enfermedad, sino también la mentalidad y el carácter de los individuos.

Su legado

En este ámbito, Bach dejó una importante investigación: sus siete nosodes, reemplazando la jeringa hipodérmica por las vacunas vía oral.

Su prestigio crecía, pero él había llegado al fin de un camino, que le había otorgado seguridad y experiencia, método e investigación. Un nuevo panorama se abría ante él.

La enfermedad es un conflicto que surge en las profundidades de nuestra naturaleza humana. Asimismo, de nuestra forma de pensar, sentir y actuar impulsan o condicionan nuestra salud y nuestro bienestar.

Edward Bach abandona su consulta de 5000 libras esterlinas anuales y vende sus pertenencias. También vende los derechos de sus ingresos por vacunas y nosodes. Además, renuncia a la escuela médica ortodoxa y despide a sus colegas de la Logia Masónica.

La terapia floral del Dr Edward Bach

A partir de aquí, la historia de la terapia floral, comienza a escribir sus primeros y privilegiados capítulos.

Edward Bach, en su último período de vida, encuentra en las flores y brotes de especies silvestres. Es un remedio sencillo, espontáneo, de efectos amables y al alcance de todos.

Los 38 remedios florales de Edward Bach, constituyen en sí mismos un método terapéutico eficaz para superar nuestros conflictos y desórdenes. Todo ello, a partir de concientizarnos e impulsar en nosotros mismos un crecimiento continuo como personas. Igualmente, teniendo en cuenta el conjunto de elementos vitales que poseemos y la expresión única de nuestra naturaleza interior.

Desde lo profundo de nuestro ser se activa un mecanismo armónico y preciso. Es necesario para expresar un cambio favorable y propicio, donde la enfermedad no puede tener lugar. Desde el alma al cuerpo, desplegamos nuestra verdadera capacidad de vivir en plenitud y alegría a ritmo de la vida.

Hoy ya son más de 80 años de su historia. En el mundo entero son conocidas las flores de Bach. Del mismo modo, se experimentan, desarrollan y difunden nuevos remedios florales para el equilibrio integral del ser humano. Un equilibrio profundamente arraigado con nuestra Naturaleza, con nuestra Madre Tierra.