Método Feldenkrais

El método Feldenkrais propone un aprendizaje de la sensación a través de la exploración del movimiento y los hábitos posturales para actuar tanto en forma preventiva (estrés, osteoporosis) como curativa (dolores y afecciones de la espalda, insuficiencias respiratorias, tendinitis, etc…).

El objetivo básico de esta práctica, desarrollada en los años 40, es que el cuerpo se mueva con el mínimo esfuerzo y la máxima eficacia, no mediante la fuerza muscular sino mediante un mayor conocimiento de su propio funcionamiento.

¿Cómo es el método Feldenkrais?

Se trata de modificar los patrones neuromusculares que desarrollamos durante la infancia y juventud con el fin de hacerlos más eficaces. Y se trata de hacerlo mediante movimientos pequeños y suaves para que el cerebro pueda captarlos mejor e integrarlos con mayor facilidad.

Si el ejercicio convencional trabaja el estiramiento y la resistencia de la musculatura, el método Feldenkrais trabaja directamente sobre el cerebro y el sistema nervioso.

Es una práctica sencilla, cómoda y agradable que estimula al cerebro a discernir entre los movimientos que le son saludables y los que no.

Es un proceso de aprendizaje de nuevos patrones musculares que permite dejar atrás los movimientos forzados e innecesarios, y adoptar unos hábitos motores más óptimos y eficaces.

En definitiva, se enseña al cerebro a buscar nuevas maneras de hacer las cosas, a crear conexiones neuronales alternativas y más saludables.

Aunque el método trabaja a un nivel físico, sus beneficios se extienden también a las emociones y al comportamiento. En efecto, los hábitos emocionales y de comportamiento se relacionan estrechamente con los movimientos del cuerpo y la organización neuromuscular y si se consigue modificar los patrones neuromusculares se podrá modificar con mayor facilidad los patrones psicológicos.

Con la práctica de estos ejercicios puede llegarse incluso a un estado de relajación y silenciamiento de la mente similar al que se alcanza con la meditación.

En la práctica de Feldenkrais no se enseña al alumno qué movimientos son correctos y cuáles no. Se trata únicamente de experimentar distintas maneras de hacer una misma cosa para que el cuerpo escoja cuál le resulta más cómoda y así cerebro aprenda a distinguir entre lo que es saludable y lo que no.

El método Feldenkrais contempla dos metodologías de trabajo:

Existen dos maneras de trabajar el método Feldenkrais:

La integración funcional

Se lleva a cabo en sesiones individuales en las que el terapeuta practica suaves manipulaciones en el cuerpo del paciente. Se trata de aprender mediante un proceso sensoriomotriz que implica a la persona entera y que crea una autoconfianza que se extiende a todos los aspectos de la vida de la persona.

La toma de conciencia

Se lleva acabo en sesiones de grupo. El movimiento en grupo es la faceta más conocida y extendida del método. En estas sesiones suele trabajarse una única parte del cuerpo, que cambia en la sesión siguiente y sucesivas hasta completar todo el esqueleto.

El terapeuta propone una serie de movimientos que los asistentes a la sesión deberán realizar según vayan sintiendo, sin seguir ninguna pauta de cómo deben realizarse.

Se trata de que cada persona se mueva según sus propias necesidades, que serán únicas y específicas y siempre distintas de las de los demás.

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