Información del Rusco

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Información del Rusco

Puede que caminando por un encinar, encontremos un arbusto que no mida más de un metro de altura y que si nos fijamos, nos llame la atención por la extraña forma de sus hojas.

RUSCO
Puede que caminando por un encinar, encontremos un arbusto que no mida más de un metro de altura y que si nos fijamos, nos llame la atención por la extraña forma de sus hojas.

En principio, nos parecerá que de las propias hojas surge un pequeño fruto esférico de color rojo brillante, pero si nos fijamos con más atención, comprobaremos que no se trata de hojas, sino de unos apéndices que brotan del propio tallo. Éstos, llamados filocladios, surgen bajo el comienzo de la hoja, tan pequeña que pasa desapercibida al observador. En las épocas navideñas, en muchas ocasiones se recoge tanto el Rusco como el Acebo debido a su similitud en la apariencia de sus bayas. 

Quizá, haciéndonos reconocer cierta exactitud en la teoría de las signaturas, el Rusco (Ruscus Aculeatus) se presenta como un gran remedio para las hemorroides. Muchos expertos le reconocen como el remedio vegetal con una mayor acción venotónica. Además es antiinflamatorio, antiedematoso, diurético y protector de los capilares sanguíneos debido a su acción vitamínica P.

Se usa para problemas tales como las varices, hemorroides, recuperación post-flebitis, fragilidad capilar, afecciones urinarias (cistitis, uretritis, oliguria, urolitiasis), exceso de ácido úrico, gota, hipertensión arterial, sobrepeso con retención de líquidos y dismenorreas entre otros. Además es antioxidante y no sólo favorece el sistema circulatorio sanguíneo, sino que también tiene acción sobre el linfático. Debido a su acción vasoconstrictora, se utiliza para la fabricación de lociones para después del afeitado.

También posee usos culinarios, ya que sus tallos más tiernos se pueden comer al igual que los espárragos, teniendo además la acción diurética anteriormente dicha.

Se debe tener precaución en su uso como diurético en presencia de hipertensión arterial, problemas cardíacos e insuficiencia renal. Igualmente, se han descrito casos en los que tras su toma, se produce irritación gástrica debido a su contenido en saponósidos. 

Es de reseñar que su parte utilizada y terapéutica es tanto el rizoma como las raíces, y que las bayas, con su llamativo color, tienen una toxicidad considerable, por lo que se debe tener especial precaución, sobre todo si se trata de niños, ya que puede provocar vómitos, diarrea e incluso convulsiones.

La dosificación recomendada es de tres tazas al día de 60 g/l que se debe hervir dos minutos e infundir diez. La decocción debe hacerse a razón de 40 g/l hirviendo diez minutos y dejando en infusión veinte, tomando también tres tazas el día entre comidas. El extracto fluido (1:1) debe tomarse a razón de 30 a 60 gotas tres veces al día. El extracto seco (5:1) de 0,3 a 1 g/día. Los supositorios y pomadas según marque el laboratorio.

Rafael Sánchez
Naturópata.
Colaborador del Portal:
www.centrosnaturales.com