Ácido caprílico: Tratamiento antihongos

El ácido caprílico es un ácido graso esencial (AGE) que resulta vital para el buen funcionamiento del organismo. Muchas veces, los problemas de memoria o concentración pueden deberse a una deficiencia en el organismo de este ácido.

¿Qué es el ácido caprílico?

El ácido caprílico es un ácido graso esencial (AGE) de acción anti-fungicida, de cadena media-corta, también conocido como ácido octanoico, debido a que en su cadena tiene ocho átomos de carbono y que resulta vital para el buen funcionamiento del organismo. Muchas veces, problemas de memoria o concentración pueden deberse a una deficiencia en el organismo de este ácido.

Su alta efectividad hace que muchos médicos prefieran su administración a la del fármaco Nistanina para el tratamiento de la cándida Albicans, afección en la que el ácido caprílico tiene demostrada efectividad. Para ello, las cápsulas que se comercializan de ácido caprílico están preparadas para liberarlo lentamente puesto que sin esa precaución, el estómago lo asimila con gran facilidad, incluso antes de que pueda ejercer sus cualidades anti-hongos.

Por tanto, los preparados específicos aseguran una asimilación uniforme y continua del ácido caprílico y por tanto, su efectividad de tratamiento.

Este ácido lo encontramos de forma natural en la leche materna tanto del ser humano como de algunos rumiantes, básicamente cabras y vacas. En algunos vegetales también está presente en sus aceites, principalmente en el aceite de coco.

¿Cómo actúa?

La efectividad como factor anti-hongos del ácido caprílico ha sido demostrada ampliamente por diferentes ensayos in vitro y clínicos. El ácido caprílico demuestra una elevada acción fungicida dentro de los límites de pH 2,5-8,5  contra las levaduras sobre todo con la cándida Albicans.

En experimentos de laboratorio, las pruebas con los 0.5X-5M, han demostrado que el el ácido caprílico elimina el 100% de toda la población celular de la cándida en un período corto de tiempo , sobre una hora, en un pH 6.

Prácticamente todas las personas tienen pequeñas cantidades de esta bacteria en el intestino debido a los residuos, pero es la bacteria lactobacillo la que se encarga de eliminarlos y neutralizarlos. Cuando ese equilibrio se rompe y se produce la infección, los síntomas más habituales son difíciles digestiones, dolores abdominales, etc.

El ácido caprílico en sus diferentes formas de administración, actúa combatiendo la bacteria cándida disolviendo sus paredes celulares, aunque a día de hoy todavía no está demostrado como actúa este ácido sobre los hongos, pero se cree que su acción incide directamente en la membrana protectora de la célula de la levadura y permite su permeabilidad en la célula para disolverla.

Por ello se recomienda tomar el ácido caprílico combinado con acidophilus y bifidobacterias con el fin de restaurar los niveles micro-orgánicos recomendados y con ello, el equilibrio necesario.

Uso terapéutico y comercial del ácido caprílico

Como se decía anteriormente, el ácido caprílico tiene su principal actividad terapéutica en el tratamiento antihongos, especialmente en el de la cándida Albicans.

La candidiasis es el nombre que se le da a las infecciones causadas por especies de cándida y la más habitual es la cándida albicans, que se produce por un sobrecrecimiento de esa levadura sobre los factores protectores de las mucosas orales, digestivas y principalmente genitales, en especial en la mujer.

Aparte del uso terapéutico, también se utiliza comercialmente para la industria cosmética en la elaboración de perfumes y tintes sin amoniaco  para el cabello. También está presente en aerosoles industriales anti-microbianos en los procesos alimentarios de sanidad de alimentos lácteos y en las maquinarias utilizadas.

En los viveros se usa para evitar las infecciones por hongos, dada la facilidad de penetración en las paredes celulares de los elementos infecciosos, como hongos y levaduras.

Resumen

El ácido caprílico es un elemento básico para el buen funcionamiento del ser humano que incide sobre diferentes aspectos como la memoria y la concentración, pero que destaca por su capacidad anti-fungicida.

Además, destaca como como regulador de la bacteria cándida albicans, presente en muchas infecciones. Presente a nivel genital masculina, pero sobre todo femenina, restaurando los niveles de ph necesarios para que el cuerpo pueda combatir esas infecciones molestas para la persona.

Por lo tanto, es ideal incorporar este elemento en nuestra dieta anticándida.