Fibras Prebióticas: Propiedades y Beneficios

Las fibras prebióticas son imprescindibles y muy beneficiosas para nuestro organismo. Los prebióticos representan el alimento de los miles de millones de bacterias que viven en nuestro intestino.

Fibras prebióticas: absorción de nutrientes

Este ejército de microorganismos es esencial para mejorar la absorción de los oligoelementos y de las vitaminas, y subrayamos también la importancia de la flora intestinal para la defensa y la prevención contra las enfermedades intestinales.

El efecto principal de los probióticos es el de estimular el desarrollo de la flora bacteriana intestinal positiva, o sea de las prebióticas, y mejorar selectivamente su composición, impidiendo que algunos gérmenes puedan prevalecer sobre otros.

¿Que es un prebiótico?

Se define como prebiótico un componente que responde a las siguientes 4 condiciones:

  1. llega intacto al intestino, o sea no es asimilado
  2. constituye substrato privilegiado para algunos tipos de bacterias del colon (bioselectivo)
  3. dirige el metabolismo de la flora del colon en sentido beneficioso para el organismo
  4. provoca reacciones beneficiosas para la salud del huésped

Administrar probióticos y prebióticos juntos significa suministrar contemporáneamente también el mejor substrato para aumentar la posibilidad de que los microorganismos sobrevivan y logren ejercer su función. En este caso se define el producto como simbiótico.

Fibras prebióticas: fibras alimenticias solubles

Las sustancias que tienen un efecto prebiótico son sobre todo las fibras alimenticias solubles; el Ministerio de Salud Pública italiano ha reconocido como tales la inulina y la oligofructosa.

Hay una gran abundancia de estas sustancias en la naturaleza, ya que representan la reserva energética de 36 mil tipos diferentes de plantas; por lo tanto las consumimos normalmente con los alimentos.

Algunos tipos de fruta y de verdura son ricos en fibras solubles; por ej.: espárragos, zanahorias, alcachofas, raíces de chicoria, patatas, remolachas, ajo y bananas.

Descripción química de la inulina y de la oligofructosa

La inulina es una poliosa que resulta de la condensación polimérica de moléculas de fructofuranosa (forma cíclica de la fructosa) unidas por enlaces b (2AEl). Más exactamente, es una mezcla de oligómeros y de polímeros de fructosa cuya estructura se puede representar con esta fórmula:

GFn

G= unidad de glucosa
F = unidad de fructosa
n = número de unidades de fructosa (2 _ n _ 60)

El grado de polimerización (n) está influenciado por las condiciones de cosecha y, por lo general, está comprendido entre 2 y 60. Además, la inulina contiene también, en menor cantidad, polímeros de tipo Fn (n > 2) en los que falta la unidad final de glucosa.

El fructoligosacárido es una mezcla de polímeros en los que las unidades de fructosa están unidas por enlaces de tipo Beta ( 2 à l ).

La estructura general es la siguiente:

GFn o Fn

G= unidad de glucosa
F = unidad de fructosa
n = número de unidades de fructosa ( 2 < n > 60 )

La oligofructosa, por lo tanto, contiene tanto moléculas de tipo GFn como moléculas de tipo Fn y presenta un grado de polimerización inferior respecto a la inulina.

Fibras prebióticas: propiedades nutricionales

La inulina y la oligofructusa, una vez ingeridas, no son absorbidas por el intestino delgado, ya que los enlaces de tipo Beta 1-4, entre las unidades de la fructosa, no son atacados por los procesos enzimáticos normales y llegan de esta forma inalteradas al intestino grueso. Es sólo a este nivel que se obtiene la hidrólisis de las cadenas en unidades monoméricas de fructosa y su utilización por parte de la flora bacteriana intestinal.

Esta es la razón por la que la inulina y la oligofructosa no aumentan la glucemia ni el nivel de insulina en la sangre; es por esta razón que pueden ser utilizadas también por diabéticos. En el colon, una parte de la inulina se transforma en ácidos grasos de cadena corta, o sea sustancias muy energéticas que tienen importantes efectos de nutrición de la mucosa intestinal.

Sin embargo, la inulina proporciona un bajísimo valor calórico (1 Kcal/g) ya que la única manera de aportar calorías es por medio del valor calórico de sus productos de fermentación en el colon.

Este metabolismo es, de todas formas, menos eficiente de lo que normalmente sucede durante la absorción de los hidratos de carbono en el intestino delgado y en el sucesivo y directo metabolismo del hígado.

El azúcar contenido en la inulina y en los fructoligosacaridos llega al colon, constituyendo un importante alimento para la flora intestinal.

Fibras prebióticas: efectos saludables sobre el organismo

Se ha demostrado con amplias investigaciones que la inulina y la oligofructosa son capaces de estimular el desarrollo de las bifidobacterias presentes en el intestino y, al mismo tiempo, de reducir el número de bacterias indeseables.

En efecto, la inulina estimula el metabolismo de las bifidobacterias y aumenta su actividad.

Fibras prebióticas: otros efectos saludables sobre el organismo

La inulina causa una disminución del pH intestinal, sobretodo a nivel del colon y aumenta el volumen de las heces facilitando el tránsito de las mismas: es especialmente útil para el que padece estreñimiento.

Acelera, además, el vaciado del estómago y la velocidad de tránsito a lo largo del intestino.

Esto significa una menor absorción de calorías, importante para quien sigue un régimen de adelgazamiento.

Recientes estudios realizados en EEUU han demostrado que la inulina facilita la absorción de calcio en el intestino, y, por lo tanto, es conveniente para las mujeres en menopausia ya que influye positivamente sobre la estructura ósea.

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