Digestiones pesadas: síntomas y consejos

Las digestiones pesadas afectan a muchas personas. Este problema es fácilmente identificable, situándose principalmente en la par te alta del aparato digestivo.
Los síntomas más comunes son el malestar abdominal, dolor y quemazón epigástrico. También,  sensación de plenitud, náuseas y vómitos. Estos síntomas casi siempre están asociados con la alimentación.

Causas de las digestiones pesadas

Existen casos en los que las digestiones pesadas son unas compañeras habituales de la persona, sin necesidad de comer opíparamente. Tal vez, por una vida en la que encontramos poco tiempo para sentarnos a comer y en su lugar engullimos cualquier cosa. Tragamos casi sin masticar y salimos de nuevo con prisa.

Si nos acostumbramos a comer a toda velocidad y en poco tiempo, nuestro sistema digestivo tiene que hacerse cargo de una cantidad de alimentos mal masticados. A eso le añadimos la prisa, que no permite que se digieran correctamente y los nervios que en muchos casos acompañan nuestros días (especialmente los laborables).

Todo ello se ve aderezado con un surtido de comidas “para salir del paso”, sin equilibrar. Además, plagadas de conservantes y en demasiados casos, de dudosa calidad nutricional.

Es decir, nos conformamos con llenar el estómago, sin darnos cuenta de que el combustible que le demos a nuestro organismo será el que marque muchas de nuestras actividades.

Síntomas comunes de las digestiones pesadas

Nuestro intestino es una víscera de absorción y expulsión. Es común que termine convirtiéndose en un lugar en el que “se echa de todo” y en muchos casos mal digerido.

Obviamente, eso es algo que influye en el estado de la propia mucosa intestinal. Además, en muchos casos no es capaz de absorber lo que se necesita y expulsar lo que no se necesita. Por consiguiente, termina por permitir que ciertos tóxicos circulen por el cuerpo.

Pero lo primero que notamos, mucho antes de caer en la cuenta del estado de nuestro intestino, es la sensación que todos conocemos de tener una digestión pesada.

Problemas en el estómago

Se debe principalmente a una alteración en la secreción ácida del estómago, que en algunos casos es menor de la que se necesitaría y en otros, mayor. La mala alimentación y los problemas (estrés, nervios, preocupaciones, obsesiones…) tienden a alterar el nivel ácido dándonos un primer aviso de que algo no está funcionando correctamente.

Alteración del  sistema hepatobiliar

También, podemos encontrarnos con una alteración hepatobiliar, que de nuevo, puede ser proveniente de alteraciones emocionales.  También, puede ser causada de una consecuencia del mal funcionamiento de estos órganos debido a la propia alimentación que tenemos.

Estas alteraciones suelen acompañarse de dolores de cabeza centrados en la zona de la parte posterior de la cabeza o en la parte superior. A pesar de esto, pocas veces asociamos un problema y otro.

Mal funcionamiento del páncreas

El tercer órgano que puede estar funcionando inadecuadamente es el páncreas, tanto por motivos orgánicos como por motivos emocionales. Tengamos en cuenta que las enzimas producidas por el páncreas son necesarias para digerir las proteínas (enzimas proteolíticas), las grasas (lipasas) y los hidratos de carbono (amilasas).

La solución sería tan sencilla como masticar muy lentamente (se aconseja no menos de treinta veces por bocado). Asimismo, evitar tabaco, alcohol, café, chocolate, exceso de frutos secos, comidas grasas y exceso de proteínas animales.

Remedios naturales para las digestiones pesadas

Lo ideal sería no tener que recurrir a productos, ya que eso indicaría una cronificación del problema. Pero, mientras se recupera el equilibrio del sistema digestivo debemos seguir unas pautas saludablesl. Generalmente, con una dieta sana y equilibrada y un estado de tranquilidad emocional que podemos obtener con la ayuda de diversas técnicas, hay una serie de plantas medicinales y productos que nos pueden ayudar.

En fitoterapia podemos tomar zumo de papaya o piña alrededor de media hora antes de comer. Es una opción que nos surte de papaína y bromelina, enzimas pancreáticas.

Si la digestión pesada es por exceso de acidez, podemos tomar antes de comer, una infusión con melisa (Melissa Officinalis). Está contraindicada en hipotiroidismo.

Otra opción es la infusión de manzanilla (Matricaria Chamomilla). Igualmente es buena opción la ingesta de enzimas digestivas si no hay sensación de ardor.

Si el problema cursa con hipoacidez se puede tomar romero (Rosmarinus Officinalis) para fluidificar la bilis (no usar en caso de obstrucción de las vías biliares), anís (Pimpinella Anisum) para activar la motilidad y los procesos digestivos.

Conclusiones

En la mayoría de las ocasiones, los problemas digestivos son en realidad el resultado de una alimentación incorrecta, rápida y con desequilibrios nutricionales.

Si somos capaces de variar nuestras costumbres en la mesa (una de las costumbres más difíciles de cambiar), podremos evitar en gran medida molestias. En muchos casos, se pueden cronificar con facilidad. Además,  pueden derivar en problemas más graves. Igualmente, la ingesta de productos de ayuda que no serían necesarios con un equilibrio alimenticio.