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Conocer la enfermedad te ayudará a prevenirla
Índice
La importancia del binomio K2-D2
Todo lo que debemos saber sobre la osteoporosis
• Se la conoce como la enfermedad silenciosa
• Qué se está haciendo contra la osteoporosis
• Qué es la osteoporosis
• Los huesos más fuertes a los 35
• Cómo acumular más masa ósea
• El esqueleto en constante formación
• Diferentes clases de osteoporosis
• Factores de riesgo
• Mujer, menopausia y osteoporosis
• Cómo se diagnostica
• Fractura y sus consecuencias
Cómo combatir la osteoporosis
• La dieta alimenticia
• La importancia de una dieta alcalina
• Hábitos de vida saludables
• No dejes nunca de moverte
Las vitaminas K2 y D2 en la alimentación
• Natto y vitamina K2
• Vitamina D2
• Lo más cómodo y seguro: un buen complemento alimenticio
Bibliografía
Estamos acostumbrados a escuchar que el calcio es fundamental para mantener unos huesos sanos y fuertes, y es tajantemente cierto, pues el calcio es la materia prima fundamental de la que se componen. Sin embargo, para el óptimo aprovechamiento del calcio son esenciales las vitaminas K y D, sin las cuales el calcio no puede depositarse en los huesos. Cuanto más eficaz sea el proceso de fijación del calcio en los huesos mayor será su densidad y por lo tanto mayor su dureza y resistencia, y mejor será también su estado a la hora de afrontar posibles problemas osteo-poróticos en edades avanzadas. Recientes estudios revelan la importancia de un tipo de vitamina K, la vitamina K2, por su acción especialmente beneficiosa en el mantenimiento de una estructura ósea sana y para la prevención de enfermedades de los huesos como la osteoporosis. |
• La vitamina D es una vitamina esencial para la vida del hombre y de todos los vertebrados superiores, siendo uno de los importantes reguladores biológicos del metabolismo del calcio. Conjuntamente con la hormona para-tiroidea, la calcitonina y los estrógenos, la vitamina D es esencial para el mantenimiento de la homeostasia del calcio y la correcta fijación del calcio en la masa ósea que forma el esqueleto. • Vitamina K, su nombre hace referencia a un grupo de componentes liposolubles químicamente similares llamados naftoquinonas. La vitamina K (fitonadiona) es la forma natural de la vitamina K, la cual se encuentra en las plantas de hoja verde, que son la fuente primaria de la vitamina K para los humanos a través de la dieta. |
La vitamina K2 (menaquinonas) se producen por acción de las bacterias en el intestino, aunque su producción es muy pequeña y en cualquier caso inferior a las necesidades de vitamina K requeridas por el organismo. Inicialmente se identificó a la vitamina K con una única , función, la de regular la síntesis de protrombina y otros factores relacionados con la coagulación de la sangre. Hoy en día, cada vez más, se relaciona a la vitamina K en el proceso de calcificación ósea, actuando en este proceso como cofactor de la masa ósea y desempeñando un papel de suma importancia en la deposición del calcio en la matriz del tejido óseo. |
La comunidad científica se ha preguntado siempre porqué las poblaciones de ciertos países asiáticos, como Japón principalmente, se ven sensiblemente menos afectadas por problemas osteoporóticos y cardiovasculares. Durante muchos años se han barajado razones relativas a diversidades genéticas entre las distintas razas; sin embargo, diversos estudios han venido a demostrar que las razones tienen que ver mucho más con la alimentación que con la raza. La clave está en las menaquinonas, nombre científico de la vitamina K2. La alimentación cotidiana occidental no aporta vitamina K2, que tan sólo se produce en cantidades casi insignificantes en nuestro intestino por acción de algunas bacterias. Sin embargo, esto no es así en el caso de la población japonesa, muy acostumbrada a comer un alimento a base de soja llamado Natto. El Natto, que se obtiene de la fermentación del poroto de la soja, es un alimento que en Japón se consume desde tiempos remotos, y resulta ser la mayor fuente alimenticia de vitamina K2 que existe. Recientes estudios realizados a este respecto demuestran que la vitamina K2 (sobre todo la menaquinona-7) es la responsable del buen estado de la masa ósea de los japoneses y de la menor incidencia de problemas osteoporóticos y también cardiovasculares de la población nipona, gracias al cotidiano consumo de Natto. Prueba de ello es que los japoneses que viven en otros países donde no se consume Natto padecen los mismos problemas óseos y cardiovasculares que su población anfitriona. |
SE LA CONOCE COMO LA ENFERMEDAD SILENCIOSA
A nivel institucional se están haciendo muchas cosas, en general en todos los países occidentales, algunas de las cuales explicamos en este cuaderno. Pero sobre todo hay una que es la más importante de todas: ayudar a prevenirla, luchar para que la enfermedad no ataque o, al menos, lo haga lo más tarde posible y con menos fuerza. Debes tener en cuenta que la osteoporosis se produce por un deterioro del hueso. Este proceso de deterioro, de pérdida de masa ósea, puede ralentizarse o detenerse, pero la parte que ha sido deteriorada difícilmente es recuperable, por ello es muy importante detectar la enfermedad a tiempo y sobre todo prevenirla. La prevención es la acción más eficaz que podemos llevar a cabo contra esta enfermedad.
Se trata de una enfermedad en la que el hueso se vuelve más poroso y por tanto más frágil. En estas páginas te contamos por qué aparece y cuáles son los tipos fundamentales. Conocerla bien es empezar a prevenirla. Es cierto que todos los órganos, tejidos y partes de nuestro cuerpo merecen que les dediquemos la atención necesaria e intentemos preservar su buena salud. Pero, en el caso de los huesos, el cuidado debe ser especial, ya que el esqueleto es lo que nos sostiene en pie cada día y permite que nos movamos. Además, hay que tener en cuenta que los huesos están formados por una materia que a partir de la tercera década de la vida empieza a perderse (pierde densidad y va haciéndose esponjosa). Como consecuencia de esto, los huesos se vuelven más frágiles y quebradizos, resistiendo peor la carga y los golpes, corriendo el riesgo de romperse con mayor facilidad. Este problema es lo que se conoce con el nombre de osteoporosis, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo (la gran mayoría mujeres) y cuya incidencia va en aumento progresivo como consecuencia del envejecimiento de la población y del aumento de esperanza de vida. Por ello, el mejor remedio es la prevención, es decir, preparar nuestros huesos para esos años. Los expertos en esta enfermedad coinciden en un punto: intentar acumular la mayor cantidad posible de masa ósea es algo que se debe hacer desde la infancia y la adolescencia, puesto que se calcula que el pico máximo de masa ósea (el momento en el que más densidad tienen los huesos y, por tanto, más fuertes y resistentes son) se alcanza alrededor de los 30-35 años.
La alimentación, el ejercido físico y los hábitos de vida saludables son los tres pilares sobre los que se asientan la salud de los huesos. SI una persona cuida su dieta desde la Infancia no olvidando los alimentos ricos en calcio y vitaminas, sobre todo vitamina K2 y D2, se mantiene activa realizando ejercidos adecuados a su edad y evita hábitos tóxicos como el tabaco y el alcohol, su masa ósea estará preparada para afrontar la madurez con garantías.
La masa ósea que comienza a perderse hacía los 30-35 años, se compensa con un proceso de formación de "nuevo" hueso. Es decir, el hueso es un órgano vivo cuya masa se destruye y se crea continuamente, en dos procesos que reciben el nombre de resorción y formación, respectivamente. Las células encargadas de tales procesos son los osteoclastos (en la resorción) y los osteoblastos (en la formación). Explicado con otras palabras, el hueso es reabsorbido por unas células llamadas osteoclastos, y la cavidad que se forma se rellena con nueva masa ósea gracias a la acción de unas células denominadas osteoblastos. Este proceso es algo más complejo y en él intervienen otras sustancias como la calcltonina y otras hormonas. En cualquier caso, cuando las cavidades que han sido reabsorbidas no se rellenan de forma adecuada con materia ósea renovada es cuando tiene lugar la osteoporosis. Si esto ocurre, el hueso pierde parte de su materia orgánica y sustancias minerales, en cuyo caso se vuelve más poroso y frágil, corriendo un riesgo bastante mayor de fracturarse. Los huesos trabeculares son los que tienen mayor probabilidad de romperse.
Existen tres clasificaciones posibles en función de la edad y de las causas que pueden provocar esta patología tan frecuente en el sexo femenino: Osteoporosis de tipo 2: se desarrolla en personas mayores de 75 años como consecuencia del proceso de envejecimiento. Esta reducción de la materia ósea es la principal causa de las fracturas de cadera. Osteoporosis secundaria: aparece como consecuencia de ciertas enfermedades que afectan a la estructura del hueso o por efecto de algunos medicamentos que disminuyen la densidad ósea. |
Algunos datos de interés:
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Tener una constitución física delgada o llegar a la menopausia antes de los 45 años son hechos que predisponen a padecer osteoporosis. Éstos son factores que tú no puedes cambiar, en cambio, hay otros factores de riesgo que sí son modificables y sobre los que se puede intervenir. No se conoce por qué se produce la osteoporosis. Lo que sí se sabe es que determinados factores de riesgo dificultan la ganancia de masa ósea o contribuyen a su pérdida acelerada tras haber alcanzado el pico máximo, algo que se consigue alrededor de los 30-35 años. La pérdida de masa ósea suele ser lenta (se calcula que de un 0,5 % cada año, si bien puede llegar del 3 al 5 % durante los primeros años de la menopausia), siendo más difícil este proceso en el hombre que en la mujer, que consigue un pico de masa ósea un 20 % menor que aquél. Algunos de estos factores no son modificables, por lo que no existe prevención posible (edad, sexo, antecedentes familiares), pero otros sí son susceptibles de ser corregidos (dieta, sedentarismo, formas de vida...), y son sobre los que se debe actuar.
Entre los principales factores individuales de riesgo de padecer osteoporosis destacan: La osteoporosis es un problema que preocupa a las mujeres españolas según las últimas encuestas realizadas, si bien en menor medida que a las féminas de otros países europeos como Alemania, Francia, Italia o Reino Unido. El 90 % de las españolas mayores de 40 años manifiestan sentirse sensibilizadas con esta enfermedad, aunque la mitad de las mujeres en nuestro país consideran, equivocadamente, que se trata de una mera consecuencia del envejecimiento sobre la que no se puede intervenir, por lo que no emprenden medidas activas como hablar con su médico, buscar más información relativa a la enfermedad, someterse a alguna prueba de diagnóstico que determine si están comenzando a padecer esta patología (solamente el 13 % de la mujeres mayores de 40 años ha pasado alguna vez por una prueba de este tipo), o tomar alimentos y complementos alimenticios que contribuyan a evitar el debilitamiento de los huesos. En resumen:
La densitometría ósea es la prueba indicada para comprobar si nuestros huesos están perdiendo densidad mineral y, en consecuencia, corren riesgo de fracturarse. Tu médico te indicará en qué casos es conveniente someterse a este medio de diagnóstico.
La progresiva pérdida de la masa ósea tiene una consecuencia inevitable: la fractura del hueso afectado. Como la osteoporosis suele evolucionar de una manera "silenciosa", sin reflejar signos exteriores, en ocasiones es la fractura el primer indicador de que se padece la enfermedad; incluso es frecuente escuchar casos (generalmente de mujeres de edad avanzada) en los que se ha producido una caída y, a consecuencia de la misma, se ha fracturado la cadera, cuando en realidad ocurre el proceso inverso: el hueso se fractura y, por ello, la persona afectada pierde el sostén y se cae.
Como ya hemos explicado, esta enfermedad no tiene cura real y la mejor y más eficaz forma de combatirla es una buena prevención. Para prevenirla debemos prestar especial atención a cuatro factores fundamentales que nos ayudarán a mantener unos huesos sanos y fuertes en un futuro, incluso aunque pertenezcamos a ese grupo de personas con mayor grado de riesgo:
La relación entre dieta y salud queda fuera de toda duda. Una dieta equilibrada, que incluya toda clase de alimentos, lo más frescos posible, es básica para mantener la salud en general y, en el caso particular de los huesos, ciertos alimentos actúan como auténticos protectores; son los lácteos (preferiblemente desnatados), el huevo, el pescado azul, los frutos secos, las legumbres, las verduras de hoja verde y las frutas El hueso no es un elemento estático, sino que está sometido a una remodelación y renovación constante del tejido óseo que lo compone. Para que durante el proceso en el que el hueso está creciendo acumule la mayor densidad de masa ósea posible es imprescindible darle todos los nutrientes que necesita, siendo obviamente el calcio uno de los principales. La ingesta de calcio, en especial durante el periodo de crecimiento, resulta esencial para asegurar la mayor cantidad posible de masa ósea, y de la mejor calidad. Pero no actúa en solitario. Debe ir acompañado de otros nutrientes como las vitaminas A o D, o minerales como el fósforo, el potasio o el magnesio.
La osteoporosis se encuentra muy relacionada con la acidosis producida por el tipo de alimentación (exceso de proteínas animales, grasas, hidratos de carbono refinados, conservantes y otros aditivos) y con la falta de alimentos alcalizantes (verduras y frutas). Es importante no abusar de las proteínas animales y sustituirlas por las procedentes de algunos vegetales, y que poseen un elevado contenido en calcio, de mejor absorción que el calcio de la leche. Los vegetales y otros alimentos ricos en minerales alcalinos, son necesarios para desacidificar el cuerpo, alcalinizar la sangre y mantener un pH equilibrado. Es muy aconsejable que los tejidos corporales, sobre todo la sangre, tengan un pH ligeramente alcalino. Normalmente, las personas que comen mucha carne y muchas proteínas, así como aquellas que padecen de problemas reumáticos y de osteoporosis, suelen tener la sangre y los tejidos algo ácidos. El hueso, que es la reserva alcalina del organismo por excelencia, cede calcio al resto del organismo para compensar la acidificación corporal y equilibrar el pH. Es decir, estamos robando el calcio al hueso.
Como ya hemos explicado, la osteoporosis no es una enfermedad que tenga curación, por lo que lo más inteligente es adoptar hábitos de vida saludables para evitarla o alejar el riesgo, sobre todo en las personas con másfactores de riesgo. Si la enfermedad ya ha manifestado su presencia, estos mismos hábitos contribuirán a ralentizar o incluso detener su avance.
Además de ser conveniente para no engordar y mantener el equilibrio corporal con más facilidad (aspectos que acaban beneficiando la salud de los huesos), el ejercicio físico es el tercero de los requisitos esenciales si quieres prevenir la osteoporosis, entre otras posibles enfermedades. Una actividad física preventiva adecuada es aquella en la que se ejerce algún efecto de carga, como saltar, jugar al tenis, andar y correr. También levantar pesas, bailar, hacer aerobic, subir escaleras o el esquí, son de ayuda. Los ejercicios que ofrecen una resistencia en los huesos, que exigen un trabajo de éstos, estimulan nuevo crecimiento óseo y son mejores que la natación, en la que el agua soporta tu peso, o el ciclismo, en el que la bicicleta sostiene tu cuerpo. También es importante que se realicen en extensión más que en flexión, para conseguir una mayor fuerza de los músculos de las vértebras. 10 MEDIDAS OSTEOPROTECTORAS Estas 10 pautas ofrecidas por los expertos de la Liga Reumatológica Española te ayudarán a fortalecer la salud ósea:
Se trata de dos nutrientes esenciales que juegan un papel fundamental en el metabolismo del caldo y cuya presencia en el organismo en las cantidades adecuadas contribuye al mejor estado de la masa ósea y por lo tanto al buen desarrollo del hueso y la prevención de la osteoporosis.
El alimento Natto es el alimento que más cantidad de vitamina K2 contiene con gran diferencia. Ha sido consumido en Japón desde tiempos históricos, con el resultado de una menor prevalencia de los procesos osteoporóticos y cardiovasculares en comparación con otros países en los que no se incluye Natto en la alimentación. Cuando se analiza el Natto en busca de vitamina K, se hallan diferencias sorprendentes en el contenido de las varias formas de vitamina K. En este típico alimento japonés, elaborado a base de los frutos fermentados de las vainas verdes de soja, predomina abrumadoramente la vitamina K2 (menaquinona-7), con contribuciones sólo menores de otras formas de vitamina K. En consecuencia, está más allá de toda duda que la menaquinona-7 es la forma más eficaz de vitamina K2 que ha beneficiado a las poblaciones asiáticas consumidoras de Natto. Por otra parte, no se conocen otros alimentos que contengan una cantidad similar de esta forma de vitamina K.
La función principal de la vitamina D consiste en fijar el calcio de los alimentos en los huesos e impedir que éste se disuelva en la sangre y se vaya a los músculos y los nervios. Si esto ocurre los huesos presentan cada vez menos calcio y se vuelven porosos y por ello frágiles y quebradizos. La deficiencia de esta vitamina puede producir principalmente osteoporosis o debilidad de huesos en las personas mayores e impedir un desarrollo normal en los niños en crecimiento, lo que se conoce como raquitismo. Además de estas patologías, la falta de vitamina D conlleva otros síntomas como irritabilidad, dolores musculares, incapacidad de conciliar el sueño o problemas estomacales. La vitamina D se puede encontrar en alimentos de origen animal: leche, huevos, mantequilla, margarina, aceite de hígado de bacalao, pescados grasos (sardinas, arenques, salmón, atún, etc.). Existen dos formas de vitamina D, la D2 (ergocalciferol) que se produce por la irradiación a 260 nm del ergosterol, un esteral vegetal. Esta vitamina es poco frecuente en la naturaleza y algunos alimentos vegetales la contienen aunque en cantidades bastante reducidas. Y la vitamina D3 (colecalciferol), que es la forma habitual en la que se encuentra la vitamina D, se forma por la irradiación del 7-dehidrocolesterol, que se encuentra presente en la piel humana y de los demás animales. Ambas vitaminas tienen la misma función biológica en el organismo humano.
Como ha quedado manifestado, K2 y D2 son vitaminas esenciales para la fijación del caldo en los huesos y por lo tanto para el perfecto desarrollo de la masa ósea en crecimiento, así como para evitar que a partir de cierta edad el calcio desaparezca de los huesos causando debilidad del tejido óseo y osteoporosis, lo que suele ser muy habitual en mujeres a partir del climaterio (menopausia) como consecuencia de la disminución estrogénica. Dado que la vitamina D2 no abunda mucho en los alimentos y el Natto (fuente principal de vitamina K2) no es un alimento habitual en Europa, es razonable pensar en los complementos alimenticios como la mejor forma de asegurarse un aporte adecuado de estas vitaminas. Debemos sin embargo recurrir a complementos alimenticios de calidad, que contengan estas vitaminas en cantidades suficientes y con la adecuada proporción, para asegurarnos un correcto aporte sobre todo en aquellas épocas cruciales en las que la presencia de estas vitaminas en nuestro organismo puede representar un importantísimo papel:
- Hodges, S. J., et al.; Circulating levéis of vitamins-Ki and K2 decreased in elderly women with hip fracture; J Bone MinerRes. 1993 Oct; 8(10): 1241-5, |