¿Qué es el síndrome metabólico? - Artículo informativo de Antonio Monsell

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¿Qué es el Síndrome Metabólico, Síndrome X o Síndrome de resistencia a la Insulina?

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¿Qué es el síndrome metabólico?

Hoy en día se nos bombardea masivamente a través de los medios de comunicación con intenciones de cuidar y hacer prevalecer nuestro estado de salud, y así nos imponen publicitariamente aspectos clínicos que ya se nos han hecho populares y que están en boca de todos.

De este modo colesterol, triglicéridos, hipertensión, arterioesclerosis etc., han dejado de ser parte de la jerga científica y son vocablos ya populares. Pero, ¿sabemos realmente lo que son y porque existe un riesgo si los valores de estos se encuentran alterados?. ¿Son bastante cada uno de ellos por si solo para provocar la muerte o incidir notablemente en nuestra calidad de vida, o bien es un conjunto de factores? Realmente debemos hablar de un conjunto de factores de riesgo, que se recogen bajo el concepto de Síndrome Metabólico.

Se denomina Síndrome Metabólico, Síndrome X o Síndrome de resistencia a la Insulina, al conjunto de alteraciones metabólicas y cardiovasculares que aumentan las posibilidades de sufrir enfermedades cardiacas o vasculares ligadas a una hiperlipidemia y/o Diabetes. Recordemos que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en adultos en los países desarrollados donde su incidencia ronda el 20% de la población, llegando al 44% a partir de los 50 años.

Se define un criterio práctico por de si al menos concurren 3 o más de los siguientes factores, existe Síndrome Metabólico con riesgo de desarrollar Diabetes de tipo 2 o no Insulinodependiente, cardiopatía coronaria, ataques cardiacos o apoplejías:

  • Circunferencia abdominal mayor de 102 cm en hombres y 88 cm en mujeres

  • Hipertensión (Presión arterial igual o mayor de 130/85 mm Hg)

  • Hiperglucemia (En ayunas superior a 110 mg/dl)

  • Triglicéridos (superior o igual a 150 mg/dl)

  • Bajos niveles de colesterol HDL o “bueno” (inferior a 40 mg/dl en hombres y en mujeres inferior a 50 mg/dl), no debiendo ser el total de Colesterol (“bueno” y “malo” sumados) superior a 200 mg/dl.

En otras palabras, si de este listado nosotros contestamos afirmativamente en 3 de los apartados, tenemos un serio riesgo de padecer un infarto u otra enfermedad cardiovascular que pueden ocasionarnos la muerte o limitarnos notablemente nuestra calidad de vida.

Obviamente vamos a tener que tomar medidas para paliar este riesgo, y serán de dos tipos :

  1. Modificar nuestros hábitos de vida: destacamos el perder peso, hacer ejercicio de forma regular y de acuerdo con las posibilidades físicas de cada persona, dejar de fumar y reducir la ingesta de grasas de la dieta, especialmente las saturadas. En otras palabras, llevar una vida sana disminuyendo la ingesta de calorías y aumentando la calidad de los nutrientes, prestando especial atención a aumentar la fibra y los alimentos de origen vegetal.
  2. Tratamiento con complementos alimenticios: pueden estar destinados a contribuir en la pérdida de peso, controlar la hiperglucemia, disminuir la dislipidemia disminuyendo los triglicéridos y las tasas de colesterol LDL y aumentado las de HDL, y controlar la tensión arterial.

Antes de proponer alternativas naturales para tratar estos aspectos, analicemos brevemente los principales factores de riesgo.

El Colesterol junto a los Triglicéridos, las Lipo- y las Fosfoproteínas son los componentes básicos de las grasas. El Colesterol es específico del reino animal, y tiene como principales misiones en el organismo formar parte estructural de las membranas celulares, es precursor de la Vitamina D, de diversas hormonas como los Estrógenos, la Testosterona y los Corticoesteroides, de las sales biliares que intervienen en los procesos digestivos y también de facilitar las conexiones entre las neuronas facilitando así los procesos cognitivos.

Para desplazarse el Colesterol y los Triglicéridos a través del torrente sanguíneo, se unen a Lipoproteinas. Los efectos vasculares del colesterol y de los triglicéridos dependen en gran modo de estas lipoproteínas.

Así, las Lipoproteínas de Baja Densidad o LDL (del inglés “Low” , bajo) , son el llamado colesterol “malo”, y aunque en principio es inofensivo, si se expone a un proceso de oxidación, interactúa con el endotelio arterial produciendo una respuesta inflamatoria que puede ser muy perjudicial, ya que obstruye los vasos sanguíneos por la propia respuesta inmunológica y puede formar coágulos que se desprenden y logran obturar otros vasos, siendo esta la causa de infartos por falta de riego sanguíneo en cualquier órgano, aunque los más graves son en el corazón o el cerebro. Por la otra parte existe el Colesterol “bueno “ o Colesterol de Alta Densidad HDL (“High” del inglés alto). Beneficia al organismo eliminando el colesterol de las paredes arteriales y lo transporta hasta el hígado para su metabolización, actuando a su vez como antioxidante.

También encontramos las Lipoproteínas de Muy Baja Densidad o VLDL (del inglés “Very low” muy bajo) y las de Densidad Intermedia (IDL), que suelen transportar los Triglicéridos. Niveles altos de Triglicéridos resultan muy peligrosos, ya que aparte de incrementar los valores de otros tipos de colesterol, pueden asociarse a coágulos sanguíneos e interaccionar con la respuesta inflamatoria del endotelio arterial, contribuyendo al bloqueo arterial cerrando la luz del vaso. Los Triglicéridos, que son un tipo de lípidos formados por una molécula de Glicerol que tiene esterificados sus tres grupos hidroxilos por tres ácidos grasos, bien saturados o insaturados. Forman parte de las grasas, especialmente en las de origen animal, por lo que va a ser fundamental elegir los tipos de grasas y su cantidad en nuestros hábitos alimenticios para evitar los excesos de Triglicéridos en sangre y dar lugar a una Hipertrigliceridemia.

Los niveles de Triglicéridos han de ser controlados especialmente dada su alta incidencia en provocar la Ateroesclerosis, enfermedad a la que se le ha calificado como “El asesino silencioso”. Se trata de una enfermedad crónica que afecta específicamente a la capa íntima de todas las arterias del cuerpo. Su nombre resulta de la unión de las dos palabras ateroma y esclerosis, haciendo en el primer caso referencia al depósito de materiales grasos, fundamentalmente Triglicéridos, y con esclerosis al depósito focal de materiales fibrosos, fundamentalmente colágeno, en la pared arterial.

El origen de las lesiones ateroescleróticas son debidas a pequeñas agresiones en la túnica íntima de la pared arterial. Las células del endotelio reaccionan a los estímulos inflamatorios provocados por estas lesiones volviéndose más pegajosas. Simultáneamente las células endoteliales secretan moléculas que potencian la reacción inflamatoria del endotelio. A este fenómeno se le denomina disfunción endotelial, y se caracteriza por el elevado número de monocitos que se observan pegados en la fase inicial de la lesión. Los monocitos al llegar al interior de la pared arterial se transforman en macrófagos, que tienen afinidad específica por fagocitar el colesterol LDL y los Triglicéridos presentes en el flujo sanguíneo. A estos macrófagos se les denomina células espumosas.

Al morir provocan el acúmulo extracelular de grasas y de restos celulares, formando el núcleo lipídico de la lesión ateroesclerótica. Simultáneamente, el organismo trata de reparar las lesiones de las arterias, por lo que se produce una migración de las células musculares lisas hasta los puntos de la lesión, generándose más colágeno y otras materias de la pared fibrosa extracelular, que a su vez engrosan la pared. De este modo y progresivamente con los años, se estrecha la luz vascular, dificultando o impidiendo la circulación sanguínea en la propia arteria. También se puede desprender por erosión o rotura brusca parte del engrosamiento, el cual puede interrumpir el flujo de sangre en cualquier arteria o vena del organismo. A este desprendimiento se le llama Trombo y a la patología que desarrolla se le llama Trombosis, caracterizándose siempre por un cierre de la luz vascular con el consecuente cese del aporte sanguíneo a la zona u órgano. Si se produce la anoxia del corazón se produce un infarto.

Se le denomina “asesino silencioso” porque este proceso tarda varios años en producirse sin que se observe síntoma alguno y tan solo se manifiesta o mediante un análisis de sangre o cuando se produce el infarto de algún órgano.

Uno de los factores más sencillos de cuantificar y que influye como alto factor de riesgo en el Síndrome metabólico, es la Presión o Tensión Arterial. La hipertensión puede clasificarse en primaria o sistémica, 90% de los casos, cuando su etiología es desconocida y primaria si es debida a estados patológicos diagnosticados. La Hipertensión arterial sistémica es uno de los problemas de salud más importante en los países industrializados, presentando cifras de prevalencia superiores al 25% de la población total.

La presión arterial es básicamente el resultado del producto del Gasto Cardiaco y de la Resistencia Periférica total. El Gasto cardiaco está determinado por la frecuencia cardiaca y la fuerza de contracción, factores que varían en función del retorno venoso que a su vez depende de la actividad constrictora y/o dilatadora de las venas y del sistema renal entre otros factores.

La Resistencia periférica varia también en función de la actividad constrictora y/o dilatadora de las arteriolas, del sistema Renina-Angiotensina y del estado del endotelio vascular entre otros. La principal causa de la hipertensión es realmente todos aquellos motivos que originan una vasoconstricción funcional, mayoritariamente producida por la ateroesclerosis.

La diabetes o los altos valores de glucosa en sangre son uno de los valores de la escala de riesgo del Síndrome Metabólico. Se caracteriza por presentarse altos niveles de azúcar en la sangre. Varios autores de hecho se refieren al Síndrome Metabólico con el Nombre de Síndrome de Resistencia a la Insulina. Esta denominación es debida a que esta resistencia a la acción de la Insulina se produce mayoritariamente por hiperlipidemia y estados inflamatorios producidos principalmente por la obesidad. El exceso de ácidos grasos produce un aumento por varios mecanismos de la secreción de Citoquinas y Quinasas, que interfieren con los receptores de la insulina presentes en los tejidos adiposos, el hígado y los músculos esqueléticos, lo que se traduce en un aumento del nivel de azúcar en el torrente sanguíneo.

De forma general podemos afirmar que la diabetes puede ser causada por la nula o insuficiente producción de insulina, resistencia a ésta o ambas simultáneamente. Suele realizarse un analisis si se observa la siguiente sintomatología:

  • Sentirse cansado , con fatiga: astenia

  • Sentirse hambriento: polifagia

  • Estar muy sediento: polidipsia

  • Orinar con mayor frecuencia: poliuria

  • Perder peso sin proponérselo: caquexia

  • Tener la visión borrosa

  • Perder la sensibilidad o sentir hormigueo en los pies

La diabetes puede desembocar en muchas complicaciones, entre las que destacamos la Retinopatía diabética que puede provocar ceguera, Cataratas, Vasculopatía periférica, Glaucoma, Úlceras en los pies que pueden ser causa de amputación de los miembros, Nefropatía diabética, Neuropatía diabética, problemas de erección e infecciones diversas de la piel, el tracto genital femenino y las vías urinarias .

Existen diversos tipos de Diabetes, que de forma simplificada clasificamos en 3 tipos:

  • Diabetes tipo 1, juvenil o insulinodependiente: se caracteriza por ser una reacción inmunitaria, ya que los glóbulos blancos del cuerpo atacan por error a las células beta-pancreáticas productoras de insulina. Suele diagnosticarse antes de los 14 años y se trata habitualmente mediante el aporte exógeno de Insulina inyectada.

  • Diabetes tipo 2 o metabólica: Generalmente se presenta en la edad adulta, aunque se está diagnosticando cada vez más en personas jóvenes, debido a los cambios de hábitos alimentarios y de vida. En este caso, las altas tasas de azúcar en sangre se deben a la incapacidad del organismo para utilizar adecuadamente la insulina producida por el páncreas generalmente por haberse desarrollado un mecanismo de resistencia a la misma. Esta diabetes cursa en muchas personas que ni siquiera saben que la tienen a pesar de ser una enfermedad grave. Este tipo se está volviendo más común debido a la creciente obesidad y a la falta de ejercicio. Los cambios de hábitos de vida así como la ingesta de hipoglucemiantes orales son los tratamientos más habituales

  • Diabetes gestacional, característica en algunas mujeres durante el embarazo, y que se produce debido a los cambios hormonales propios de dicho periodo.

Para ayudarnos a combatir estos desarreglos que nos abocan a padecer el Síndrome metabólico, podemos ayudarnos con complementos alimenticios.

Para compensar los altos niveles de colesterol y triglicéridos, destacan los siguientes productos naturales entre muchos otros:

La Levadura roja de arroz rica en Monacolina A, se ha propuesta como una alternativa natural para reducir los niveles de colesterol. La Monacolina K, es químicamente muy similar a las Estatinas. Actúa contra las dislipidemias de 3 modos:

  1. Inhibe la producción de colesterol en el hígado, ya que contiene Hidroximetilglutaril-CoA-Inhibidor de la reductasa, que es una enzima imprescindible para producirlo.

  2. Aumenta la síntesis de HDL o colesterol “bueno”

  3. Reduce la producción de la VLDL, responsable del transporte de triglicéridos.

El Policosanol que es una mezcla de alcoholes alifáticos aislados y refinados de la Caña de Azúcar siendo su principal componente el Octacosanol. Actúa reduciendo al igual que las estatinas la síntesis hepática de Colesterol LDL, pero a diferencia de estas modulando la HMG-CoA reductasa a la par que aumenta su reabsorción hepática. Al mismo tiempo, incrementa la actividad de los receptores LDL, unión de las LDL al receptor, así como su distribución y catabolismo, lo que justifica su acción hipolipemiante. También actúa como antioxidante, evitando que las LDL sean oxidadas. Por último tiene un efecto antiagregante, antiisquémico y antitrombótico, por actuar inhibiendo la Troboxano sintetasa.

El Hidroxitirosol obtenido de la oliva, es también muy apreciado por su potencial antihiperlipidémico. La actividad del Hidroxitirosol es ante todo Antioxidante, siendo muy eficaz en las enfermedades cardiovasculares por actuar frente a la peroxidación lipídica. De este modo desempeña un papel crucial en la Ateroesclerosis, impidiendo el desarrollo del núcleo lipídico de la lesión vascular. También se han realizado estudios in vivo comprobándose la correlación entre la disminución de los niveles de LDL y de Triglicéridos y las dosis de Hidroxitirosol.

Los ácidos grasos de la serie Omega 3, son esenciales para nuestro organismo. Entre las acciones más importantes a nivel cardiovascular de los Omega 3 destacamos que actúan mejorando la función inmunitaria, disminuyendo la agregación plaquetaria, reduciendo la respuesta inflamatoria, mejorando la dilatación de las arterias y disminuyendo el nivel de triglicéridos en sangre. Todos estos factores inciden notablemente en la prevención del infarto, la hipertensión arterial y otras enfermedades autoinmunitarias. Asimismo los Omega 3 son indispensables para garantizar el desarrollo cerebral en el feto y en los menores de 2 años. Todos estos efectos beneficiosos se deben fundamentalmente a la acción de los ácidos grasos contenidos en los aceites de pescado, el Ácido Eicosapentanoico EPA y el Ácido Docohexanoico DHA..

La Pantetina es estructuralmente un disulfuro del Ácido Pantoténico y se metaboliza en Coenzima A. Se le considera la forma biológicamente activa de la Vitamina B5. Produce un efecto beneficioso en la ganancia energética, reducción del stress y la desintoxicación hepática. Modula asimismo las lipoproteínas plasmáticas, manteniendo un equilibrio adecuado entre ellas, ya que se implica directamente en la producción de energía a partir de los lípidos en el hígado. De este modo baja los niveles de Colesterol LDL y Triglicéridos, aumenta los de Colesterol HDL y mejora la fuerza de la contracción del músculo cardiaco.

Los Polifenoles y el Resveratrol entre ellos, que desempeñan un importante papel como protectores vasculares debido a que frenan la oxidación del Colesterol LDL y previenen de este modo la Arterioesclerosis. Asimismo inhiben la agregación plaquetaria, disminuyendo el riesgo de formación de coágulos o trombos que provocan infartos cerebrales o cardiacos.

A nivel de coadyuvantes en los espisodios de hipertensión arterial, se emplean tradicionalmente plantas como el Olivo, el Espino blanco y el Abedúl.

El Olivo (Olea europea) es un árbol mediterráneo cuyas hojas son ricas en Secoiridoides, entre los que destaca el Oleuropeósido. También se observa la presencia de Triterpenos y Flavonoides. Tradicionalmente se ha empleado como hipotensor, hecho constatado por la administración independiente de Oleuropeósido, ya que es dilatador coronario y antiarrítmico, aunque se sospecha que no será el único principio activo. También actúa como inhibidor del enzima convertidor de la Angiotensina.

El Espino blanco (Crataegus oxyacantha) es un arbusto espinoso con flores de color blanco característico de todas las zonas templadas del hemisferio norte. Entre los principios activos de la sumidad destacan Proantocianidoles, Flavonoides, Esteroles, Catequinas y Aceite Esencial en pequeñas cantidades. Se recomienda como hipotensor en diversos casos de palpitaciones, dolores cardíacos, espasmos vasculares, arritmia, y taquicardia. La actividad sobre el miocardio se debe a los Proantocianidoles. Los estudios experimentales publicados, muestran su actividad sobre la contractilidad y el flujo miocárdico así como su acción hipotensora y su propensión a reducir las resistencias vasculares periféricas. El Espino blanco se emplea también popularmente como antiespasmódico pues actúa como calmante en afecciones del sistema nervioso y en casos de insomnio e irritabilidad.

El Abedul (Betula pendula) , es un árbol de hasta 30 metros. Sus hojas son simples, alternas y caducas, y mayoritariamente colgantes de un peciolo. Las hojas son ricas en Flavonoides, Aceite esencial Triterpenos y Taninos. La acción diurética azotúrica es debida a los Flavonoides, por lo que tradicionalmente se utiliza en todo tipo de afecciones urinarias, como cistitis, uretritis, litiasis, gota, etc... , así como hipotensor, ya que al reducir el contenido en sales del organismo facilita un menor volumen vascular.

Varias son las plantas en las que se ha probado su acción hipoglucemiante, principalmente obtenidas todas ellas de estudios de etnofarmacología. Podemos citar:

La Achicoria (Cichoryum intybus) es una planta rica en polifenoles y fibras. La raíz de Achicoria contiene al menos un 10% de polifenoles, destacando entre ellos el Ácido Dicafeoquinolínico (71% del total). Recientes estudios han demostrado su potencial como hipoglucemiantes (Allana College of Pharmacy 2011)

El Copalchi (Coutarea latífolia) es un arbusto con hojas pecioladas ovaladas y flores amarillentas. Es originaria de México y Colombia. Su corteza tiene acción hipoglucemiante ya que presenta un heterósido amargo (el Coutareosido) que le confiere una acción hipoglucemiante activa. Esta acción es debida a una estimulación de la secreción pancreática y a un incremento directo del metabolismo de los hidratos de carbono por parte de nuestro organismo.

El Ortosifón o Té de Java (Ortosiphon stamineus) es una Lamiácea originaria del sudeste asiático. Es una planta vivaz de hojas opuestas, con flores blancas y lilas. Su nombre vernáculo es “Bigote de gato” ya que sus estambres exertos son dos veces más largos que el tubo de la corola. Las hojas son ricas en sales de potasio, terpenoides y flavonoides, entre los que destaca la Sinensatina, que ha mostrado efectos como hipoglucemiantes (Mohamed et al., 2011)

La Cúrcuma (Curcuma domestica) es una planta vivaz por su rizoma, con grandes hojas envainadoras y flores amarillas agrupadas en espiga. Se cultiva para su uso como especia, ya que es la base del curry. La Curcumina actúa regulando la producción de diversas proteínas y factores implicados directamente en la regulación de los niveles sanguíneos de glucosa (Aggarwal, 2010)

La Canela (Cinnamomum zeylanicum) es una de las especias más conocidas. Originaria de Ceilán (actual Sri Lanka) también se cultiva en China, Birmania, Islas Seychelles o Brasil. Últimos estudios sobre las propiedades de la canela se han centrado en sus posibilidades terapéuticas para el tratamiento de la diabetes tipo 2. A este respecto en 2003, investigadores del Departamento de Nutrición Humana de Maryland (EEUU) y Peshawar (Pakistán) llevaron a cabo una serie de estudios según los cuales la ingesta diaria de canela ayudaría a reducir los niveles de azúcar en sangre. Estos efectos se explican porque la canela contiene Cinantamina B1, que potencia el efecto de la insulina (Taher et al, 2007), regula el transporte de la glucosa y facilita la expresión genética de la producción de la insulina (Cao et al. 2011).

Por último no debemos olvidar al Cromo, el cual contribuye a bajar los niveles de azúcar en sangre, ya que actúa disminuyendo la resistencia a la insulina.

VALORES

Presión arterial

120/70 a 120/80 millimetros de mercurio (mmHg).

Colesterol total

Óptimo

Riesgo

 


<200 mg/dL

>220 mg/dL

Colesterol LDL

Óptimo

Moderado

Alto

 

100-159 mg/dL

160-189 mg/dL

>190 mg/dL

Colesterol HDL

Óptimo

Moderado

Riesgo cardíaco


>60 mg/dL

40-60 mg/dL

<40 mg/dL

Triglicéridos

Óptimo

Moderado

Alto

Muy alto

 

<150 mg/dL

200 mg/dL

> 200 mg/dL

>500 mg/dL

Glucosa, plasma

Óptimo

Moderado

Riesgo

 


70-110 mg/dL

>120 mg/dL

>200 mg/dL

Perím. cintura

Hombres

Mujeres

 

> 102 cm

> 88 cm

Antonio Monsell
Información facilitada por Laboratorios Derbós