Depurar el organismo

En todas las culturas y en todos los tiempos, depurar el cuerpo periódicamente ha sido una práctica habitual.

Todos los animales salvajes y domesticados saben cuándo y cómo hacerlo.

Importancia de depurar el organismo

Hoy en día tenemos diferentes formas de proceder a la depuración de nuestro cuerpo, como por ejemplo mediante la dieta, el ayuno, acompañado de ejercicios espirituales y meditaciones, o mediante la ingesta de determinadas plantas o productos de origen natural específicos para depurar el cuerpo.

Esta necesidad es precisamente en nuestros tiempos cuando menos se practica y cuándo menos conciencia de su importancia se tiene.

Y decimos precisamente en nuestros tiempos porque es ahora cuando el cuerpo físico recibe más impactos en cuanto a intoxicación que nunca.

El hombre y la sociedad industrial y de consumo es el que promueve con sus acciones la contaminación del medio ambiente, afectando aguas, tierras, aire y clima y con ellos a los animales y plantas que viven en el planeta y de los que nos alimentamos de una u otra forma.

Malos hábitos alimenticios

Los procesos y desechos industriales, así como la industria de productos alimenticios y los laboratorios farmacológicos, sustituyen el cuidado de nuestros cuerpos por pingües beneficios, como por ejemplo la industria de los transgénicos.

Todos estos agentes que nos rodean acaban desembocando en el propio envenenamiento de nuestro cuerpo por medio de la creación de toxinas, que afectan en mayor o menor medida a nuestros distintos órganos y desembocan en enfermedades de diversa índole.

Es necesario tomar consciencia de la necesidad de limpiar periódicamente, depurar nuestro cuerpo y los órganos que lo componen para mantener sanos el cuerpo, la mente y el espíritu.

La Naturaleza no solo nos da alimentos para mantener sano nuestro cuerpo, sino que nos ha dotado internamente de órganos encargados de mantener esa limpieza interior.

Esos órganos y sistemas debemos tratarlos con más respeto y cuidarlos con más esmero, porque su función es limpiar las toxinas e impurezas que de forma poco consciente introducimos en nuestro cuerpo y llevar a cabo un proceso de desintoxicación de lo que nosotros mismos hemos provocado.

Los principales órganos encargados de ello son el hígado, los riñones, los pulmones, la dermis, la sangre y la linfa.

Por tanto, los principales sistemas se ven involucrados en el empeño de limpiar y depurar aquello que ensuciamos: sistema digestivo, respiratorio, circulatorio, linfático e inmunológico.

El propio sistema digestivo se ha demostrado que es donde se crean la mayoría de enfermedades y no todas ellas necesariamente relacionadas con su función principal, como por ejemplo la artritis o el reumatismo.

Como desintoxicar el organismo

Queda claro, pues, la necesidad de ayudar a nuestros órganos vitales a que puedan llevar a cabo su cometido con el fin de preservar su salud, que es la nuestra.

Al principio relacionábamos distintas formas de llevar a cabo una depuración, siendo la más fácil, lógica y natural la dieta, que debe ser, además de natural, de fácil asimilación y lo más libre posible de residuos tóxicos.

Con la depuración natural, recuperamos una sensación de bienestar, ligereza y vitalidad e incluso mejorará nuestro carácter.

Cambios en la alimentación para depurar nuestro cuerpo

El Dr. Bach, en su libro, incide en la conveniencia de llevar una alimentación de tipo vegetariano, más libre de toxinas que la carnívora o mixta.

No creemos que sea estrictamente necesario, si bien sí que hay que mantener un concepto naturista en nuestra alimentación.

Para empezar, necesitamos ingerir alimentos que tengan una función llamada de arrastre, fibras que limpian los intestinos, liberándolos de posibles infecciones y toxicidades.

Las semillas son perfectas para este cometido, como las de lino o linaza, avena, girasol, calabaza, salvado de trigo, etc.

Hay profesionales que recomiendan tomas de arcilla, que actúa como un imán con las toxinas en suspensión y tiene un alto poder desinflamatorio, si bien no está recomendada en personas con tendencia al estreñimiento al no ser absorbida por el intestino.

Frutas, verduras y hortalizas

Las frutas, las verduras y las hortalizas son otros componentes de la despensa de la Naturaleza que nos ayuda a desintoxicar.

De las primeras, aprovechamos su acción diurética y limpiadora, además de su capacidad nutriente, aprovechando que mientras limpiamos, nos alimentamos.

De entre ellas, destacan, por su capacidad depuradora, las uvas, semillas incluidas, la piña, el mango, la sandía, la pera, el níspero, las ciruelas, los albaricoques, las fresas y algún cítrico, sobre todo el pomelo.

Muy posiblemente hayamos oído hablar de alguna cura a base de exclusivamente frutas de uno a tres días, acompañada de agua.

Si se desea hacer más de un día, debe hacerse bajo la tutela de un profesional de la salud.

Las verduras constituyen por sí mismas una base alimentaria rica en fibra, ya que al no ser la fibra asimilada por el intestino, debe ser expulsada y en ese proceso arrastra los desechos de la alimentación.

Son recomendables todas ellas, además también por su alto contenido en minerales.

Por último tenemos las hortalizas. A medio camino entre las frutas y las verduras, obtenemos de ellas minerales, antioxidantes y en algunas, una importante acción diurética.

Tomate rojo, berenjenas, pimientos, zanahorias, remolacha, nabos, alcachofa, el ajo y la cebolla son buenos ejemplos.

Solo dependerá de cómo las cocinemos para poder disfrutar de sus efectos desintoxicantes y depurativos.

Con las tres, no nos olvidemos de la necesidad de ingerir líquidos, sobre todo agua, para ayudar al arrastre.

Medicina natural

También la Naturaleza nos aporta plantas utilizadas en fitoterapia de las denominadas “depurativas”, como el diente de león, la achicoria, la bardana, el nogal, la ortiga, la alcachofa, el abedul, etc.

El profesional de la dietética o herboristería sabrá indicarte cuáles son las mejores en cada caso y la forma de administración.

Otros métodos como dietas específicas para depurar, ayunos, etc. deben ser controlados por profesionales experimentados.

Pero lo importante es el tomar conciencia de la necesidad de ayudar a nuestros órganos y en definitiva a nuestro cuerpo a limpiarse, depurarse.

El objetivo es que puedan realizar sus tareas de forma efectiva y convertirlo en un hábito para restaurar o mantener la vitalidad, el buen humor y la energía.

Al fin y al cabo, depurarse periódicamente no es más que una forma natural de mantener la salud y evitar los alimentos procesados e industriales y utilizar la despensa de la Naturaleza, una forma natural de alimentarse y ayudarse a mantener la vitalidad.

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