El análisis de las cantidades y de la importancia del silicio en el cuerpo humano ha sido objeto de numerosos estudios y se ha ido precisando conforme a las técnicas de medición así lo han permitido.
Índice del contenido
- Silicio en nuestro organismo
- Variaciones en los tejidos corporales
- La absorción del silicio
- Mineral esencial
- Carencia
- Las formas moleculares y sus efectos en el cuerpo humano
- La cola de caballo (equisetum arvense)
- Los efectos toxicos
- Antecedentes del uso terapéutico del silicio
- La silicia en el sistema schussler
- Geofagia (comer tierra)
- Las funciones vitales del silicio y sus alcances terapéuticos
- Rol constitutivo del silicio en el tejido conjuntivo
- El tejido conectivo
- La sustancia fundamental
- Los fibroplastos dependen del silicio para su normal funcionamiento
- Bibliografía
Silicio en nuestro organismo
Comúnmente se encuentran algunos miligramos de silicio por cada 100 gramos de tejido humano. El silicio se encuentra notablemente en el tejido conjuntivo, en la aorta y en los vasos sanguíneos, en los cartílagos, en el timo. También, en las adrenales, en el hígado, el bazo, el páncreas, la piel, las uñas, el cabello, etc…
Sin embargo, lo más importante no es la presencia cuantitativa del silicio sino la manera como se presenta el silicio en nuestros tejidos, y el rol potencialmente básico que juega en nuestro organismo.
Estudios sobre la importancia del silicio en nuestro organismo
Investigaciones recientes realizadas en los EEUU, han llevado a formular la tesis de que en condiciones especiales el silicio podría comportarse de forma similar al carbono.
Como todos sabemos la química del carbono está la base de la vida y este constituye un compuesto básico para los seres humanos. La tecnología química moderna ha logrado crear compuestos poliméricos del silicio casi idénticas a las proteínas lo cual permite establecer, al menos teóricamente, que a partir del silicio pueden originarse formas vivas, (aunque no en las condiciones climatológicas que primaban en la tierra cuando le dio el origen de la vida) (Kervran 1986).
La importancia peculiar del silicio radica pues en que se trata de un mineral con una estructura especial y enlaces similares a los de carbono, por lo cual, la química del silicio constituiría un basamento tan importante para la vida como la química del carbono.
1984
No sin razón Jean Calcagni (1984) señala que uno no puede dejar de pensar, teniendo a la vista de presencia universal del silicio, su analogía con el carbono y el modelo de la diatomeas, en formular la tesis de una importancia decisiva del silicio para los procesos metabólicos y para la vida celular en los animales superiores. De hecho, esta idea había sido señalada tempranamente por diversos autores, entre ellos Louis Pasteur. Tomemos como ejemplo a la autora A. Mary, quien basada en consideraciones biológicas, escribía ya desde 1910:
» El silicio (…) nos parece destinado en el futuro, a jugar un rol terapéutico muy extenso, no debemos dejar de utilizarlo, ya sea en pociones sea en inyecciones hipodérmicas (lo disponible en aquel entonces). Bajo esta última forma, puede activar notablemente la fagocitosis, contribuir a la mineralización del suero sanguíneo y de los órganos debilitados, y regenerar las células al excitar la ósmosis. Y añade que podría utilizarse ventajosamente en la calcificación de lesiones antiguas y en el tratamiento de supuraciones rebeldes. Su acción, sea preventiva, sea curativa – concluye la autora- se deduce naturalmente de sus propiedades físico- químicas, de su constancia y de su rol osmótico en la célula organizada» (citado por J. BOUDARD, 1919).
Eficiencia amplia en gran cantidad de patologías
La experiencia posterior ha demostrado el carácter polivalente de la silicoterapia. Especialmente los trabajos de Duffaut sobre más de 50.000 pacientes han puesto en evidencia lo atinado de estas previsiones. En efecto, según veremos, el silicio orgánico se muestra altamente eficiente en un gran número de patologías. Y aunque hace falta investigación por establecer su modo de acción existen ya diversos avances al respecto.
En este sentido hablaba Rudolf Steiner, creador de la antroposofía, insistiendo en que el silicio constituye de alguna manera la bisagra entre la dimensión física y la dimensión etérica o energética de los órganos. Es más, según Steiner existe una analogía entre el cuerpo físico y el cuerpo energético, de suerte que en cada célula existe una estructura vibratoria microcristalina en conexión con el material genético (citado por Kieffer, 2000). Como todos sabemos el silicio en sus formas más puras como el cristal de cuarzo es un gran conductor de energía como lo demuestra su uso en los micro componentes electrónicos. Al parecer, en nuestro organismo este elemento mantiene esa función.
El aporte de Sicilio
La mayoría de los nutriólogos considera que la dieta satisface la necesidad de este material, sin embargo autores como el Dr. Atkins, citan opiniones en contrario como la de Forrest H. Nielsen, director del Centro de Investigación de Nutrición humana en los Estados Unidos (Atkins, 1999). En efecto, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la dieta moderna genera una carencia generalizada de silicio. Veamos porqué:
Los alimentos que contribuyen en aportar este mineral:
La avena, el mijo, la cebada, el arroz (todos ellos integrales), las patatas, la remolacha, la alfalfa, la soja, vegetales verdes, etc…, siendo las fuentes más ricas de la alimentación humana los cereales integrales. En promedio la alimentación aporta unos 30 mg al día de silicio.
La dieta moderna basada en alimentos refinados, con un bajo consumo de vegetales, con suelos empobrecidos y animales de crianza industrial, genera una inexorable disminución del contenido de silicio en los tejidos humanos. (Carlisle, 1974).
El estudioso norteamericano W.A. Price ha demostrado que la alimentación de los pueblos primitivos contiene cuatro veces más minerales que la dieta industrializada moderna (citado por Heinz Scholz, 1987).
Y a esto debemos añadir, según lo refiere Calcagni (1984), que la mayor parte del silicio aportado por los vegetales lo es bajo la forma de cristales de opalina (inorgánico) y que, en una oveja por ejemplo, de los 40 mg aportados al día, por el forraje solo el 0,016% permanece en sus tejidos.
Otra fuente tradicional del silicio era el agua, pero el uso de sales de aluminio en los procesos de potabilización en las grandes ciudades elimina las ya de suyo pequeñas cantidades de silicio presentes al agua.
Por último, hay que recordar que, al contrario de lo que ocurre con otros minerales, conforme envejecemos desciende el contenido de silicio en nuestros tejidos (Kieffer 2000).
A esto se aúna al hecho de que los humanos no podemos transformar en silicio orgánico el silicio mineral que mayoritariamente aportan los vegetales
Todo lo anterior permite afirmar que la complementación con silicio es hoy en día una necesidad generalizada, como lo demuestra la eficacia de su aplicación terapéutica en muchas de las enfermedades típicas de la civilización moderna.
Variaciones en los tejidos corporales
Amén del problema actual representado por un aporte de silicio en nuestra alimentación, los niveles de este elemento en el organismo pueden variar por diversas causas:
Según el sexo:
Gohk y School (citados por Desmonty 1988), observaron un 35 % menos de silicio en el tejido muscular de la mujer que en el del hombre (¿ una posible explicación del diferencial del potencial de fuerza muscular entre los sexos?) * Charnot y Perez (ibid) observaron lo inverso en las ratas: las hembras adultas tienen tasas más elevadas que los machos.
Según la edad:
Monclaux (citado por Desmonty 1988) ha señalado un descenso general de los niveles de silicio en el cuerpo en el curso del envejecimiento. Así, por ejemplo, la tasa de silicio en los tejidos tegumentarios disminuye un 30 %, en la pared aórtica estudiada detenidamente por LOEPER (citada por Fourtillan 1971) se encuentra una tasa de silicio 4 veces más elevada en los niños que en las personas de edad. James Duke (1998) señala que con la edad y el descenso de los estrógenos disminuye la absorción del silicio lo cual a su vez determina la tendencia a la descalcificación potencialmente típica de la menopausia.
Con la edad disminuye la absorción intestinal del silicio (Desmonty 1988). Charnot y Perez (citados por Desmonty 1988) constataron que en las ratas se produce una reducción del contenido de silicio en el tejido ungueal, intestinal y gingival en el curso del envejecimiento siendo peor en las hembras. La tasa de silicio de la aorta, el timo y la piel en los humanos, decae con la edad (Murray 1996).
En ciertas patologías
Durante la tuberculosis se produce una pérdida acelerada del silicio contenido en el organismo (lo cual condujo diversas experiencias terapéuticas con silicio en estos casos desde los albores del siglo XX.
En el cáncer, Remmets (citado por Desmonty 1988) ha constatado un descenso significativo de la tasa de silicio en el tejido conjuntivo (ver más adelante).
En la ateroesclerosis
La aorta y las arterías afectadas por placas (ateroesclerosis) encontramos de 14 a 20 veces menos de silicio que en las arterías normales.
Este déficit afecta sobre todo las capas llamadas intima y media (Desmonty 1988).
Recordemos que el silicio le confiere su flexibilidad a las arterias.
En patologías óseas
Debemos resaltar que al comienzo de los procesos de desmineralización es la tasa de silicio lo que decae brutalmente: hasta un 50 % mientras que la del calcio y el azufre sólo caen en un 5 a 8% (Desmonty 1988). En diversas patologías óseas se constata una pérdida progresiva del silicio por parte del hueso: osteomalacia, tuberculosis ósea, osteosarcoma, (no confundir con los padecimientos muy numerosos, en los cuales la carencia de aporte, mala absorción o deficiente metabolismo del silicio terminan afectando a los tejidos osteoarticulares).
La absorción del silicio
Al parecer se absorbe básicamente por el duodeno. Sin embargo hay que hacer notar que en la forma orgánica el silicio es fácilmente absorbido a través de la piel, como lo demuestran los trabajos desarrollados durante años por Duffaut con moléculas de uso cutáneo. Con la edad disminuye la absorción intestinal del silicio.
FOURTILLAN, Jean Bernard; Estude Chimique et pharmacodynamique de quelques derivés organosilicies hidrosolubles, tesis para obtener el título de Dr. En Farmacia, presentada el 1º de octubre de 1971 en la universidad de Burdeos en Francia.
La eliminación del silicio:
Normalmente ocurre por vía renal y heces fecales, pero también perdemos silicio a través de otros tejidos; al cortar el cabello, las uñas, en las mucosidades, etc…
La regulación del metabolismo del silicio:
Charnot y Perez (citados por Desmonty, 1988) estudiaron la regulación endocrina del metabolismo del silicio, de su absorción intestinal y su fijación en determinados tejidos (uñas, dientes, encías) en ratas de ambos sexos.
Los experimentos consistieron en estudiar animales a los cuales se les habían extraído los ovarios, o las tiroides o las adrenales. Estos investigadores dejaron claro que el metabolismo del silicio está influido hormonalmente:
Machos los esteroides de la suprarrenal juegan un papel importante
Hembras los esteroides de las gónadas y las hormonas de las suprarrenales
En las hembras disminuye severamente (50 %) la tasa de silicio en el plasma al extraer los ovarios
Ambos sexos el envejecimiento (al parecer debido al deterioro glandular) disminuye la tasa de silicio. Lo cual a su vez agrava los procesos de envejecimiento y la degeneración glandular pues el silicio (según veremos) es importante para la salud glandular.
Se ha confirmado que la tasa de silicio en los tejidos disminuye en las mujeres con la esterilización o durante la menopausa (Charnot, A. 1971)
Mineral esencial
Sólo recientemente (1972) se ha reconocido al silicio como esencial (Murray, 1996). El silicio forma parte de los oligoelementos, es decir los elementos minerales que a pesar de presentarse en pequeñas cantidades en el cuerpo son, sin embargo, indispensables para la salud y la vida. Hasta ahora se han identificado 13 oligoelementos esenciales (Scholz, 1987): silicio, vanadio, molibdeno, magnesio, hierro, cobalto, níquel, cobre, zinc, selenio, estaño, yodo y flúor.
Un oligoelemento (o un mineral) es considerado esencial si:
La carencia produce una alteración funcional en el organismo
Su presencia es importante para el desarrollo
Los síntomas patológicos generados en los diversos tejidos se asocian con una disminución de dicho elemento en esos tejidos.
Si se observa un retorno al normal funcionamiento orgánico y una normalización del desarrollo después de aportar (en cantidad y calidad adecuados) el elemento faltante (Tolonen 1995; Calcagni 1984)
Carencia
Como ya vimos la carencia generada por un bajo aporte de silicio suele ser mucho más común de lo que se cree dadas las alteraciones típicas de la dieta industrializada moderna.
Los efectos de una carencia de silicio:
- Retraso del crecimiento
- Huesos frágiles
- Piel deshidratada
- Acné
- Tendencia a abscesos y fístulas
- Furunculosis
- Amigdalitis
- Deficiencia intelectual
- Conjuntivitis
- Caries dentales
- Fragilidad y/o caída del cabello
- Uñas frágiles y opacas
- Tendinitis
- Fibrosis
- Flacidez articular
- Patologías coronarias
- En la tuberculosis y el cáncer se ha confirmado la falta de silicio
- Alteraciones osteoarticulares y del tejido de sostén
- Bajada de las defensas
- Problemas bronco pulmonares
Y la lista podría crecer enormemente, pero resultará más instructivo para los lectores retornar este tema conforme expongamos las funciones y los alcances terapéuticos del silicio por órganos y por sistemas.
Las formas moleculares y sus efectos en el cuerpo humano
Dentro de la historia y el uso del silicio debemos distinguir varias formas:
En forma mineral, inorgánico, cuyos efectos debemos subdividir en dos: en dosis elevadas es tóxico, en dosis infinitesimales es terapéutico
El silicio vegetal, (la cola de caballo ha sido la fuente más común).
De fuentes animales, (la membrana interna del cascarón del huevo es rica en silicio orgánico pero se requieren enormes cantidades de huevo para poder fabricarlo)
Las moléculas sintéticas de silicio:
Diferentes investigadores a lo largo de los años han desarrollado distintas presentaciones del silicio con más o menos éxito (silanos, ácido salicílico, extractos de plantas o de algas o de huevo, etc…)
La molécula Norbert Duffaut:
Esta molécula orgánica de silicio, desarrollada y perfeccionada por más de 50 años, constituye sin lugar a dudas la forma actualmente más eficaz y poderosa del silicio y resulta totalmente inocua, lo cual no se puede afirmar de todas las demás formas pues en algunos casos contienen silicio inorgánico lo cual las hace menos activas e inclusive lesivas, sobre todo para los riñones.
Como lo señala Daniel Kieffer (2000), fundador del Colegio Europeo de Naturopatía Tradicional Holística, «ninguna otra forma de silicio, hasta donde sabemos, resulta tan eficaz y polivalente»
La cola de caballo (equisetum arvense)
Esta planta es uno de los vegetales más ricos en silicio, (5 a 77 %) presente bajo la forma de ácido monosilícico (PDR,2000) que resulta parcialmente soluble (una décima parte, según Kieffer 2000)
La cola de caballo ha sido aprobada por la Comisión E* (organismo científico del gobierno alemán que ha generado la legislación sobre el uso de plantas medicinales en ese país basándose en una revisión exhaustiva de los estudios científicos, actualmente disponibles) para tratar infecciones urinarias, piedras en los riñones y de la vejiga, heridas y quemaduras. Pero se le han atribuido tradicionalmente numerosas aplicaciones: diurética, hipotensora, anticolesterol, calcificante, antiinflamatoria, astringente, antiséptica, antiulcerosa, etc…
Hay que señalar, que sus indicaciones dependen no sólo de su riqueza en silicio sino también de su elevado contenido de flavonoides.
Debemos añadir aquí un comentario interesante de Daniel Kieffer (2000) sobre el uso de la cola de caballo como fuente de silicio: » la cola de caballo presenta un tejido en forma de filamentos cuyas dimensiones alcanzan 950 micras por 30 micras, es decir, una superficie de 28500 micras cuadradas y de plaquetas transparentes de 300 micras por 100 micras, lo cual da una superficie de 30000 micras cuadradas. (se trata del tamaño de una célula!!) uno concibe mal como una partícula semejante puede ser asimilada por una célula del mismo tamaño (salvo si una relativa solubilización interviene en el curso de un metabolismo intermediario, lo cual parece ser el caso y la única forma de explicar los resultados obtenidos en fitoterapia).»
Este mismo problema presentan los brotes de bambú – también ricos en silicio- pero en un grado más alto pues se componen de grandes cristales de baja solubilidad, que pueden generar piedras renales (kieffer 2000).
Los efectos toxicos
Se sabe que respirar polvo de silicio genera fibrosis pulmonar.
Pero los datos más minuciosos respecto de los efectos nocivos de las formas tóxicas del silicio provienen de la experimentación patogénica adelantada por los homeópatas.
Antecedentes del uso terapéutico del silicio
El silicio forma parte de los más antiguos remedios y se encuentra mencionado ya en los papiros egipcios. Santa Hildeganda (siglo XII) usaba el cristal de roca con diversos fines. Después de Paracelso (siglo XVI) cayó en el olvido y fue recuperado por Hanneman (siglo XIX) quien desarrolló uno de los medicamentos más utilizados por los homeópatas: Silicea, Schussler, también incluyo el silicio en su famoso sistema terapéutico. A comienzos del siglo XIX diversos estudios tanto en humanos como en animales.
Sin embargo, aunque ya se preveía la potencialidad terapéutica de este elemento, a lo largo de los siglos los terapeutas, los herboristas y los científicos siempre se toparon, como ya dije, con un obstáculo difícil de vencer: la obtención de una molécula de SILICIO ORGÁNICO, única forma en la cual puede realmente alcanzar toda su eficacia y ser totalmente inocua la aplicación del silicio. Este problema fue resuelto, por el químico Norbert Duffaut. En lo que sigue abordaré la presentación de diferentes experiencias terapéuticas con diferentes tipos de moléculas del silicio, pues en todos los casos se trata de usos válidos para el silicio orgánico.
Mencionemos en el caso del silicio mineral, a la famosa Santa Hildegarda de Bingen (siglo XII), herbolaria y terapeuta de la edad media, quien aconsejaba también los elixires de piedras. El cristal de roca (hoy sabemos que su acción se debe al silicio) era indicado para: » la claridad del espíritu, el equilibrio del cerebro, la diabetes, la obesidad, la purificación de la sangre y de los males humores, los tumores y goitres, las uñas y el cabello, la esfera cardíaca y digestiva» (Kieffer, 2000).
La silicia en el sistema schussler
Nombre y sinónimos: Silicea Terra, Acidum Silícicum, Silicio, Silex, cuarzo.
Por su parte Schussler contemporáneo de Haneman utilizó, también en dosis infinitesimales, el silicio mineral para la terapéutica humana.
Schussler desarrolló un método terapéutico cercano a la homeopatía por usar dosis infinitesimales de 12 sales, pero que se alejaba de aquella por basarse no en el principio de los semejantes sino en el aporte de cada uno según afinidades con diversos tejidos y funciones del cuerpo. El silicio mineral tendría las siguientes características en la terapéutica humana según Schussler.
Localización: Se encuentra en tejido conjuntivo, epidermis, cabello, uñas, cartílagos, sangre, bilis y orina.
Acción general: Remedio del tejido conjuntivo y de sus alteraciones. Adecuado para constituciones mal nutridas y que sufren de mala asimilación. Útil para todo padecimiento con formación de pus cuando se genera en la piel o en inflamaciones del tejido conectivo.
Actividad fisiológica: actúa como nutriente mineral, como elemento plástico (formador de tejidos), apoya el crecimiento y al funcionamiento de los órganos. La silicea, dice Schussler, envuelve los huesos, las articulaciones, las glándulas, la piel y las superficies mucosas. Tiene una función antitóxica celular, contribuye a la síntesis del colágeno, y regula el metabolismo del calcio.
Manifestación de su deficiencia: uñas frágiles, falta de brillo capilar, cansancio, vértigo, dolores de cabeza hipersensibilidad al frío.
Indicaciones terapéuticas: supuraciones, granos, orzuelos, abscesos, ulceraciones, raquitismo, anemias, agotamiento, arenillas renales.
Geofagia (comer tierra)
La doctora Desmonty finaliza su minuciosa revisión de las indicaciones sobre la Silicea con una breve observación sobre la geofagia. Este problema consiste en el gusto por ingerir tierra y puede desembocar en el curso de los años en diversos problemas:
Anemia (por sustancias quelantes del hierro presentes en la tierra como silicio inorgánico)
Retardo del crecimiento
Retardo del desarrollo sexual
Crecimiento del hígado y del bazo (De los tres últimos síntomas no se conoce explicación)
Al corregirse la anemia y detenerse la geofagia los síntomas desaparecen y el crecimiento se normaliza. Existen diversas explicaciones sobre esta patología. La Dra. Desmonty apoya la opinión de quienes señalan que los daños podrían derivar del consumo crónico de silicio inorgánico presente en la tierra, y que el uso de la silicea a dosis infinitesimales podría resolver el problema.
Las funciones vitales del silicio y sus alcances terapéuticos
En los pasajes siguientes presentaré información generada a partir de experiencias realizadas en el mundo científico con diferentes moléculas de silicio.
Rol constitutivo del silicio en el tejido conjuntivo
La exposición de las funciones vitales y terapéuticas del silicio orgánico debe comenzar por la explicación de su papel al igualar del tejido conjuntivo, pues de ahí derivan gran parte de sus alcances terapéuticos.
El silicio aparece como parte importante de las estructuras que componen el tejido conjuntivo como son el colágeno, la elastina, los proteoglicanos y glucoproteínas estructurantes. En 1968 Loeper observó la abundancia del silicio en los proteoglicanos: era del orden de 400 a 550 mg por cada 1000 gr de tejido seco (Loeper J. Y Leumpert a. «Estude du silicium en biologie et au cours de l´atherome», Presse Med. 1966, 74-85, 868).
Antes de pasar a exponer estas funciones vale la pena recordar brevemente las características básicas del tejido conjuntivo, lo cuál nos dará ya una idea de la importancia y los alcances terapéuticos del aporte del silicio orgánico.
El tejido conectivo
Recordemos que los tejidos del organismo componen a todos los órganos. La ciencia moderna clasifica en 4 grupos los tejidos corporales:
– Epitelial
– Conectivo
– Muscular
– Nervioso
El tejido conectivo cumple numerosas funciones de vital importancia:
Sostén para otros tejidos
Movimiento
Nutrición para otros tejidos
Englobamiento o empaquetado de materiales en los espacios existentes entre los órganos
De defensa del organismo a través de la fagocitosis (ANATONMIA Y FISIOLOGIA HUMANA DE Jacob Francote Lossow, ED. INTERAMERICANA, MEXICO, 1982. Fagocitosis: del griego fagos, devorar, constituye una de las funciones defensivas básicas, desplegada por los glóbulos blancos capaces de devorar agentes extraños a la economía corporal). Y la producción de anticuerpos (Anticuerpos: son proteínas especializadas producidas por el tejido linfoide que tiene la capacidad de ligarse a los elementos extraños al organismo (bacterias, virus, etc…) y comenzar la reacción defensiva en contra de dichos elementos).
El tejido conectivo se compone de un lado, de abundantes sustancias extracelulares y del otro, de células, los fibrositos, encargados de producir dichas sustancias, de asegurar su mantenimiento y su degradación. El componente extracelular del tejido conjuntivo o conectivo, se denomina matriz y varia en tipo y en cantidad. Dicha variación, entre otras cosas, genera las diferentes clases del tejido conectivo que encontramos en el cuerpo. La matriz del tejido conectivo se compone a su vez de fibras repartidas al interior de una sustancia fundamental amorfa.
Las fibras
Las fibras (compuestas de glucoproteínas) se clasifican según el tipo de macromoléculas que las componen, lo cual determina a su vez sus propiedades:
Fibras de colágeno: el colágeno es una proteína fibrosa, presente en todos los vertebrados y que en los mamíferos constituye el 25 % de su peso.
Las fibras colágenos – la más amplia presencia en el cuerpo- son muy elásticas y dan a los tejidos su resistencia a la tensión, como en los tendones, por ejemplo. Estas fibras se conforman de haces de fibrillas, compuestas por cúmulo de moléculas de colágeno. El colágeno está compuesto por aminoácidos y son los enlaces entre los mismos lo que da su estabilidad a sus fibras.
Al absorber la molécula básica de colágeno en el microscopio electrónico se logra ver un largo filamento llamado tropo colágeno, se conforma de 3 cadenas de aminoácidos enrollados entre sí en forma de hélice. Cada cadena a su vez está enrollada para formar una cuerda, y existen enlaces que forman estas cuerdas. Los filamentos de tropo colágeno miden 28 nanómetros de largo y 5mm de grueso.
De acuerdo con Desmonty (1988)
ES EL SILICIO EL QUE PROPORCIONA LOS ENLACES COVALENTES QUE LE DAN ESTRUCTURA AL COLAGENO, (señalamos de paso que la deficiencia de vitamina C también genera trastornos del colágeno).
Fibras elásticas: como su nombre lo dice pueden estirarse hasta alcanzar varias veces su tamaño y regresar rápidamente a su dimensión inicial. Este tipo de fibras dan electricidad y extensibilidad a los tejidos. Esto resulta vital en los tejidos que deben extenderse y contraerse para cumplir sus funciones tal y como las grandes arterias.
Las fibras elásticas están constituidas principalmente de una proteína llamada elastina. La elastina a diferencia del colágeno y la sustancia fundamental es insoluble.
TAMBIÉN LA ELASTINA ES RICA EN SILICIO EL CUAL INTERVIENE DÁNDOLE SU ARQUITECTURA A LAS FIBRAS DE ELASTINA Y DETERMINA EL TAMAÑO DE LAS MOLÉCULAS DE ELASTINA (DESMONTY 1988).
Las paredes de las arterias, la piel y los ligamentos son muy ricas en elastina. Las fibras reticulares: estas fibras también se componen de fibrillas de colágeno que conforman las fibras de colágeno. Pero en las fibras reticulares dichas fibras de colágeno conforman una red laxa y delicada y no haces gruesos. Las fibras reticulares son abundantes en los tejidos conectivos laxos especialmente en el tejido reticular (ver más adelante).
La sustancia fundamental
Es aparentemente amorfa y constituye un medio complejo, compuesto de agua, minerales, mucopolisacáridos y glicoproteínas.
En un medio vicioso, debido a su estado coloidal. El silicio por su capacidad para restablecer el equilibrio bioeléctrico del medio es capaz de intervenir regulando la viscosidad de la sustancia fundamental, lo cual es, a su vez, básico para su buen funcionamiento.
El tejido conectivo puede dividirse para su estudio, en tejido conectivo laxo y tejido conectivo denso.
El tejido conectivo laxo (TCL)
El TCL llena espacios entre los órganos y también penetra en ellos, las fibras que lo componen no están estrechamente entrelazadas. La histología lo clasifica lo clasifica en tres tipos: areolar, adiposo y reticular.
Tejido aerolar: es el tejido conectivo más ampliamente distribuido, está conformado a manera de una estructura flexible atravesada por filamentos múltiples y delicados, es algo elástico y resiste desgarros. Composición del tejido areolar: el tejido areolar contiene fibroblastos, macrófagos, leucocitos, células cebadas y células mesenquimatosas.
Los fibroblastos son las células capaces de producir fibrillas, actúan de manera importante en los procesos de cicatrización.
Los fibroplastos dependen del silicio para su normal funcionamiento
Los macrófagos son células capaces de devorar elementos extraños y llevan a cabo esa labor de defensa por fuera del sistema vascular. A menudo estas células están fijas unidas a las fibras. EL SILICIO MEJORA LA FAGOCITOSIS. Las células cebadas, se localizan junto a los vasos sanguíneos y fabrican heparina (un anticoagulante) e histamina (sustancia proinflamatoria promotora de las reacciones alérgicas). El silicio, es muy útil para tratar las alergias.
Las células mesenquimatosas, son células embrionarias que tiene la capacidad de convertirse en diversos tipos de células del tejido conectivo laxo.
Funciones del tejido aerolar
El tejido areolar es la sustancia básica de sostén, se distribuye alrededor de los órganos, músculos, vasos sanguíneos y nervios, forma también la delicada membrana que rodea al cerebro y la medula espinal y compone la aponeurosis superficial, una vaina de tejido conectivo que se encuentra en la capa profunda de la piel.
Tejido adiposo: es tejido areolar especializado que contiene células que poseen grasa (los adipositos)
Tejido reticular: conformado de fibras reticulares que se diseminan por todo el cuerpo. Sin embargo el tejido reticular se refiere específicamente a los lugares del organismo donde dichas fibras coinciden con las células reticulares primitivas mismas que son capaces de generar macrófagos, que abundan en el tejido reticular. Dicho tejido está implicado fundamentalmente en la defensa contra las infecciones y en la distribución de los productos provenientes de la muerte celular. Este tejido conforma la estructura del hígado, el tejido linfoide y parte de los pulmones.
El tejido conectivo denso (TCD)
El TCD se compone de fibras de elastina y de colágeno fuertemente adheridas y se clasifica en varios tipos según su estructura:
Disposición regular de las fibras; tendones, aponeurosis y ligamentos
Disposición irregular de las fibras; cápsulas, vainas musculares, dermis (principal capa de la piel).
Predominio de fibras elásticas; paredes de la tráquea y de los bronquios
Por su importancia para la conformación de las fibras de colágeno y elastina y para la integridad del tejido conectivo. EL SILICIO ACTÚA SOBRE TODAS LAS ESTRUCTURAS. El silicio está indicado para tratar el asma, padecimientos cutáneos, y problemas de tendones, huesos y cartílagos.
Tejido conectivo especializado (TCE)
Dentro del TCE tenemos a los cartílagos y a los huesos, la dentina, la sangre, la medula ósea, y el tejido linfoide.
El Cartílago
En este tejido se observa una densa estructura de fibras de colágeno y elastina que le confieren su elsticidad y resistencia. Existen diversas clases de cartílagos los hay más rígidos y otros más flexibles. Mencionamos el cartílago hialino que constituye el precursor de nuestro esqueleto pues a través del proceso de MINERALIZACION se transforma poco a poco en hueso en muchas partes del cuerpo, PROCESO EN EL CUAL EL SILICIO JUEGA UN PAPEL ESTRATÉGICO SEGÚN VEREMOS. Otro dato a resaltar, es que los, cartílagos no poseen vasos sanguíneos y su nutrición depende de la presencia y el metabolismo del agua en el mismo. También su función lubricante depende su riqueza en agua. COMO VEREMOS EL SILICIO ES DETERMINANTE NO SÓLO PARA ASEGURAR LA PRESENCIA DEL AGUA EN LOS CARTÍLAGOS SINO TAMBIÉN SU METABOLISMO.
Los Huesos
El hueso se conforma de una red de fibras en la cual se depositan sales de calcio. Cuenta con una red vascular y constantemente se renueva. El silicio, según veremos, es determinante para su bienestar-
La Dentina
La dentina está relacionada con el hueso, pero es más dura y más densa. La dentina rodea la pulpa, y sobre ella se deposita el esmalte dental (el tejido más duro del cuerpo); la dentina se compone de un sustrato orgánico sólido relleno con sales de calcio. Diversas experiencias han mostrado que EL SILICIO MEJORA LOS DIENTES.
Sangre y médula osea
Tanto la sangre como la médula ósea, encargada de producir las células de la sangre, son parte, especializada, del tejido conectivo. EL SILICIO ESTÁ PRESENTE EN PEQUEÑAS CANTIDADES EN LA SANGRE.
Tejido linfoide
Este tejido se encuentra en los ganglios linfáticos, el timo (uno de los órganos más ricos en silicio) el bazo y las amigdalas. Su estructura se conforma de fibras reticulares entorno a los cuales se encuentran los linfocitos (pequeños glóbulos blancos que actúan en las reacciones inmunológicas. Existen dos tipos de linfocitos, los B y los T, que actúan coordinadamente y de manera muy especializada para identificar y definir proteínas extrañas al organismo y células cancerosas.
Bibliografía
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Dr. Atkins, Robert C. Los vitanutrientes, ed. Grijalbo, 1999.
CARLISLE, Edith M (1977). «Silicon as an essential element, Newer Candidates For Essencial Trace Elements, Federation Proceeding, vol 33, nº 6, junio 1977»
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TOLONEN, Mati, (1995) Vitaminas y minerales en la salud y la nutrición, ed. ACRIBIA, 1995
SCHWARTZ (1970). «Trace Element metabolism in animals», Ed C.F. Mill, Livingston, Edinbivig.
Redactor de Casa Pià
Muy buen documento. Y ahora, mi pregunta es: cuánto silicio orgánico tendría que tomar y, por cuánto tiempo, para hacer una limpieza de hígado y bazo? Muchas gracias!
Hola, Carmen:
De modo muy general, 30 ml dos veces al día. Esta cantidad depende de cada producto concreto.
Saludos
Hola : que interesante todo el contenido padezco osteoporosis. Y veo que el Sílice es un fuente de minerales q me pueden ayudar a quitar muchas molestias como es en la columna vertebral y la cadera me puedes indicar como puedo adquirir este producto ??
Hola, Elisa:
Disponemos de variados productos a base de silicio. Por ejemplo:
Silicio Orgánico Líquido – G5 – 1 litro
Sílice Oceánico 25 mg – Solgar – 50 cápsulas vegetales
Saludos
Hola , muy interesante , queria preguntar por unas cuantas cosas que no me han quedado claras :
¿ entonces no es viable obtener el silicio en cantidades suficientes ( o con un poco de exceso por si acaso ) mediante la dieta ?
Yo tengo una dieta muy vegetal , productos integrales etc ( recientemente estaba empezando a consumir mas calcio y lacteos aunque despues de ver esto ya me queda claro que no es tan positivo )
Despues en caso de requerir de suplementos si o si ¿ no se puede hacer una version bebible por que el sistema digestivo va perdiendo capacidad para asimilarlo ¿ no ? Eso he entendido ¿ que alternativa habria entonces ?
( logicamente la «crema» se puede usar para tratar problemas oseos etc pero para simplemente potenciar la salud ¿ como se podria/deberia usar para obtener el mayor beneficio posible sin riesgos y a un coste accesible ? Y que cantidad habria que tomar diariamente ( y si se podria hacer de forma continua , a lo largo de toda la vida o solo por un periodo de tiempo cada x meses o semanas )
Muchas gracias
Hola, Aleix:
Todos los micronutrientes pueden obtenerse de una dieta equilibrada. Existen multitud de productos en forma líquida a base de silicio con una gran absorción y biodisponibilidad. Podrás encontrarlos en la sección de Silicio de nuestro Herbolario Online.
No hay ningún suplemento que se tenga que tomar toda la vida, salvo que las condiciones individuales lo requieran.
Te sugerimos que leas las siguientes informaciones para aclarar más tus preguntas: Silicio y Ortiga: posible utilidad terapéutica e Información del silicio.
Saludos
Genial contenido. Hiperinteresante. Es una pena que no haya datos más detallados del silicio en relación a las adrenales y el sistema endocrino en general.
Hola, Beza:
La información se va publicando a medida que nuestros redactores la van contrastando. Tenemos en cuenta su sugerencia y se lo indicamos para posteriores entradas.
Saludos
Que pena,que no hablaron más sobre el tratamiento que hicieron con el cilisea para los zumbidos tinnitus u acufenos del oido o cabeza.
Hola, Normy:
Lo sentimos, pero desconocemos el estudio del que hablas. Por favor, envíenoslo para poder dar nuestra opinión.
Saludos