Artritis: inflamación y dolor en las articulaciones

Según va avanzando nuestra edad, podemos encontrarnos con dolores en las articulaciones. Las caderas, rodillas y manos comienzan a mostrar calor e inflamación. Se trata de la artritis.

¿Qué es la artritis?

En medicina, se denomina artritis a esta inflamación articular. Lleva implicada una degeneración del cartílago y puede aparecer por distintas circunstancias. Una fractura, una infección y el desgaste son las más comunes si bien puede surgir igualmente como resultado de una afección autoinmune en la que el organismo se ataca así mismo.

En casos en los que se deba a una lesión, la inflamación puede remitir por sí sola una vez que la articulación ha sanado, sea debido a un tratamiento, a que se haya terminado la infección o a que la fractura haya curado.

Sin embargo, en otros muchos casos no desaparece dicha inflamación ni obviamente,  las molestias que causa y el problema se cronifica. Esto suele darse en edades relativamente avanzadas, si bien puede surgir en cualquier momento.

Además de la inflamación y el dolor, veremos que la persona tiene un movimiento limitado y rigidez articular (especialmente por la mañana que suelen ir remitiendo al realizar movimientos lentos).

¿Qué se puede hacer para frenar la artritis?

Dependiendo de la causa, se pueden aconsejar una serie de ejercicios para aumentar la flexibilidad y la movilidad. También, para aumentar el tono muscular y aplicar frío y calor en la zona afectada. No se deben realizar sobreesfuerzos, ni mantener mucho tiempo una misma posición, ya que luego las molestias pueden ser mayores.

Uno de los factores importantes en este tipo de problemas articulares es el estrés, que lleva asociada una acidificación orgánica.

Siempre deberemos poner especial atención en la regulación del PH y por ello deberemos controlar la alimentación evitando carnes rojas, mariscos, vísceras, quesos fuertes, azúcares, bebidas carbonatadas, chocolate, huevos, frituras e hidratos de carbono refinados. Se aconseja una alimentación rica en vegetales, frutas e hidratos de carbono integrales (evitando los que estén tratados con pesticidas).

Paralelamente, debemos poner especial atención en el motivo de esta acidificación, que como hemos comentado, puede deberse principalmente al estrés. Sería inútil pretender regular el PH sin regular el estado nervioso. Esto es debido a que un estado de nervios provoca una simpaticotonía y ésta lleva a una acidificación orgánica.

Otros factores a tener en cuenta para un correcto enfoque del problema, es la absorción intestinal. Ya que, un intestino con defectos en su mucosa o en la flora bacteriana no va a aportar al cuerpo los nutrientes necesarios para un correcto equilibrio.

Desde el punto de vista psicológico, podemos evaluar una posible desvalorización que queda reflejada en la manera de moverse en la vida y del esqueleto, que es el sostén principal del cuerpo.

Remedios naturales para frenar la artritis

Al tratarse de un problema de absorción de minerales, no debemos centrar nuestra atención únicamente en el calcio, sino en todos en general. Recordemos que el calcio necesita magnesio para su correcta absorción y boro para fijarse en los huesos. Igualmente el calcio es conveniente que sea orgánico, ya que se absorbe con mayor facilidad y su deposición en las articulaciones es más difícil.

Con respecto a las plantas, podemos pensar en Cola de Caballo (Equisetum Arvense) que aporta silicio y posee propiedades remineralizantes. También, aumenta la elasticidad de los tejidos. Está contraindicada en embarazo y lactancia, gastritis, úlcera gastroduodenal y puede irritar la mucosa gástrica.

Para el dolor y la inflamación, podemos usar Harpagofito (Harpagophytum Procumbens). Esta planta medicinal ha mostrado más efectividad en extracto seco. Está contraindicado en embarazo, gastritis, úlceras y colon irritable.

Corteza de Sauce (Salix Alba), con precaución en úlceras, trastornos de la coagulación o hemorragias activas y contraindicada en tratamientos con anticoagulantes.

Romero (Rosmarinus Officinalis) que no se debe aportar en casos de obstrucción de vías biliares, úlceras, gastritis, intestino irritable, colitis ulcerosa, Crohn, hepatopatías, epilepsia o Parkinson.

Por otro lado, la oligoterapia nos brinda productos como el Manganeso-Cobalto, Azufre, Boro, Flúor, Fósforo y Magnesio.

Reconstrucción del cartílago

Existen dos remedios homeopáticos cuya acción es sintomática y por ello se debe hacer paralelamente un trabajo de fondo con cualquiera de las otras cosas, pero actúan muy bien como analgésicos. Se trata de Actaea Spicata (para dolores de las articulaciones interfalángicas proximales que se deforman y presentan nudos).

Desde la técnica ortomolecular, son importantes los aportes de Cartílago de Tiburón por su función de reconstrucción, así como de dos nutrientes esenciales para los cartílagos, como son el Sulfato de Glucosamina y el Sulfato de Condroitina. Es recomendable que dichos productos estén acompañados de Metil Sulfonil Metano (MSM) un gran regenerador del cartílago.

Debemos olvidar que en este tipo de problemas no debemos conformarnos con la desaparición de las molestias. Además, debemos intentar reequilibrar el estado orgánico lo máximo posible para que además el daño no aumente. Para ello, las técnicas naturales nos brindan gran cantidad de ayudas con efectividad comprobada.

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