Picaduras de Insectos: Remedios Naturales

En las épocas de verano, uno de los mayores problemas con los que nos encontramos son las picaduras de insectos. Si bien no suelen pasar de molestos granitos y picor, a veces se vuelven peligrosos, especialmente si la persona es alérgica.

Típicos del verano

Mosquitos

Lo más habitual son las picaduras de mosquitos. En realidad deberíamos decir “mosquitas”, puesto que los machos se nutren de frutas principalmente, pero las hembras son hematófagas (se alimentan de sangre).

Las personas más propensas a ser picadas son la gente joven con piel caliente. Igualmente les atrae el olor corporal, la humedad de la piel y las concentraciones de CO2 resultante de la respiración.

De la misma manera les atraen las ropas muy oscuras o muy brillantes, y diversos estudios hablan en la actualidad de campos electromagnéticos de la persona que llaman la atención de estos insectos.

Buscan un pequeño capilar del que extraer la sangre necesaria y en su picadura inyectan un líquido coagulante y urticante que provoca la reacción que todos conocemos.

Abejas, avispas y abejorros

Otras picaduras de insectos más peligrosas pueden ser las de las abejas, avispas y abejorros. Las primeras pican únicamente en defensa propia, ya que “saben” que si lo hacen perderán su aguijón que está unido a órganos vitales del insecto. Una picadura de abeja significa la muerte del insecto.

Sin embargo las avispas y abejorros no mueren con las picaduras que hacen y además tienen más agresividad por lo que resultan más molestos y peligrosos.

Evidentemente el riesgo de picadura es mayor si se los provoca y dependiendo de la persona, un número que puede rondar las veinte picaduras (o incluso menos) puede llegar a ser mortal.

Otros animales

Otros animales que también dan problemas, si bien no es exactamente por sus picaduras o mordeduras, son los erizos, ya que en muchos casos se los pisa en las playas y dejan sus pinchos clavados en los pies.

Igualmente los roces de las medusas, debido a u líquido urticante que tienen como defensa, pueden resultar muy molestos y potencialmente peligrosos.

Remedios para las picaduras de insectos

Habitualmente, cuando somos picados por abejas, avispas o abejorros, tendemos a intentar sacar el aguijón (si se ha quedado clavado) con unas pinzas. No es una solución recomendable, ya que las pinzas tienden a introducir aún más el aguijón en la piel y a producir más dolor y molestias.

Lo que se recomienda es “rascar” la zona de la picadura con una tarjeta de crédito, DNI o similar para que por medio del arrastre, el aguijón salga.

Posteriormente se puede utilizar un remedio muy típico que es mezclar saliva con arcilla o arena, que bajará la inflamación y ayudará a expulsar las toxinas que el insecto nos ha inyectado. Si se tiene a mano arcilla de marcas comerciales se puede mezclar con saliva o agua mineral y el efecto será aún mejor.

En ambos casos, una vez retirada la arcilla y siempre y cuando no estemos ante una persona con alergia a las picaduras -en dicho caso habría que acudir inmediatamente a un centro de urgencias-, podremos usar Lavanda o Árbol de Té para refrescar y aliviar la zona.

Picaduras con aguijón

Si nos encontramos ante una picadura de abeja, podemos aplicar cebolla o agua con bicarbonato para reducir las molestias de la picadura, y si es de avispa el zumo de limón.

También se puede aplicar hielo envuelto en un trapo durante un tiempo no superior a diez minutos, retirándolo por el mismo tiempo y repitiendo la operación hasta que los síntomas se mitiguen.

En casos de niños pequeños, es conveniente observarlos durante dos o tres días y si hay algún síntoma que haga sospechar de una reacción exagerada ante la picadura, acudir a un centro de urgencias.

Picaduras de erizo y medusas

Si nos encontramos con un erizo y no podemos extraer directamente las espinas, lo mejor es acudir a un puesto de socorro, en el cual se cuenta con los medios necesarios para hacerlo.

En el caso de medusas, se recomienda verter vinagre o alcohol en la zona en la que la medusa ha tocado y acudir a un puesto de socorro para que los médicos evalúen el caso.

Los mosquitos suelen ser los menos peligrosos (obviamente si dejamos de lado los que pueden transmitir enfermedades tropicales), por lo que aplicaciones frías y unos días de ligera molestia no suelen llegar a más.

Tanto en casos de mosquitos, como de abejas, avispas o abejorros, es un buen remedio la aplicación (o la toma) de Apis Mellifica 5CH, ya que está hecha con el propio veneno de las abejas y en cierto modo actúa como antídoto.

Es importante tener en cuenta que si la persona a la que se le administra Apis Mellifica es alérgica a las picaduras de cualquiera de estos insectos, la dilución no debe ser inferior a 9CH, siendo recomendable 15 CH ó 30 CH, ya que en ellas la cantidad e veneno de abeja es prácticamente inexistente y así evitamos reacciones al propio remedio.

En caso de que seamos víctimas de picaduras de manera habitual, es buena opción la toma de Ledum Palustre 7CH, ya que evita en muchos casos las picaduras. Es muy útil para usar con niños pequeños a los que no resulta fácil o grato poner líquidos repelentes.

También repelen las picaduras la vitamina B y el Ajo en las Flores de Nueva generación (evolucionadas de las Flores de Bach).

Reacciones anafilácticas a las picaduras de insectos

Si nos encontramos con una persona alérgica a las picaduras de mosquitos, abejas, avispas, etc., debemos estar atentos en caso de picadura, porque al menor síntoma de anafilaxis se debe acudir a un puesto de urgencias.

Una reacción anafiláctica a una picadura cursa con dificultad para respirar, opresión en la garganta, debilidad, hinchazón en la cara (o bien inflamación exacerbada de la zona afectada) e incluso cianosis (color azulado de la piel por falta de oxigenación que suele comenzar en los labios).

En esos casos los médicos evaluarán si se le debe suministrar adrenalina y atropina, antihistamínicos o el fármaco que crean conveniente.

Normalmente las picaduras de los insectos típicos del verano no representan más que una molestia a la que ya estamos más o menos habituados, pero en ciertos casos es necesario tener precaución, y evidentemente, siempre es conveniente conocer métodos para aliviar las molestias que nos provocan.