Melisa: propiedades antioxidantes y neuroprotectoras

La melisa o toronjil (Melissa officinalis L.), una planta de la familia de las labiadas (Labiatae), se ha utilizado tradicionalmente por sus efectos sobre el sistema nervioso, fundamentalmente para aliviar los síntomas derivados del estrés mental y para ayudar a conciliar el sueño.

La melisa o toronjil es una planta vivaz y aromática que puede llegar a alcanzar los 80 cm de altura. Al llegar la primavera echa brotes tiernos, renovándose todos los años. Los tallos son rectos, angulosos, vellosos, simples y recorridos por un surco poco profundo.Melisa

Las hojas se disponen unas frente a otras, acopladas, grandes y con algunos pelillos en la superficie. Las flores nacen en la parte superior, junto con unas pequeñas ramas que salen en la parte alta del vástago; suelen brotar en grupos de tres, formando una rodajuela alrededor del tallo.

Toda la planta tiene un agradable aroma que recuerda al limón y el sabor de las hojas y sumidades floridas no es desagradable al paladar, ya que predomina el aroma sobre el sabor.

Floración y recolección

Florece en primavera y verano, desde mayo en adelante. Tiene una ventaja sobre otras especies y es que, allá donde se siembre, es suficiente para que la planta no se pierda de un año para otro.

Por ello no es difícil verla en huertas, ribazos, torrentes, etc., a menudo como restos de cultivos precedentes. De la recolección interesan las hojas y las sumidades floridas.

Se recolecta cuando está a punto de florecer y se deseca con rapidez. Las personas que viven en el campo pueden cultivar el toronjil con facilidad, incluso en macetas. Las primeras matas pueden plantarse de esqueje, dividiendo la cepa en porciones.

Estudios sobre la melisa

MelisaEn la actualidad, determinados estudios insisten en el potencial uso de la melisa y sus principios activos en el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central, debido principalmente a su acción neuroprotectora. Se ha comprobado tanto in vitro como in vivo, como la melisa puede considerarse como un agente protector en enfermedades neurológicas asociadas a lesiones hipóxico-isquémicas cerebrales.

Su acción antioxidante, unida a la afinidad por los receptores nicotínicos y muscarínicos de la corteza cerebral humana, además de la modulación de los sistemas colinérgicos, hace de la melisa una planta de especial interés en la mejora de la función cognitiva, particularmente en la enfermedad de Alzheimer.

En el aspecto antioxidante y protector celular, infusiones de hojas de melisa mejoraron marcadamente la condición de estrés oxidativo y daño del ADN en personal de radiología, cuando se utilizó como un suplemento dietético para protección contra radiaciones persistentes de bajas dosis.

En un ensayo clínico realizado en 55 personas trabajadores de radiología durante 30 días, la toma de infusiones de melisa 2 veces al día (cada infusión se preparó con una bolsita de 1,5 g/100 ml), resultó en una mejora significativa en los niveles plasmáticos de catalasa, superóxido dismutasa y glutatión peroxidasa y una marcada reducción del daño del ADN, mieloperoxidasa y peroxidación lipídica.

La melisa y el Alzeimer

MelisaPor otra parte, un extracto de hojas de melisa demostró ser eficaz en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer leve o moderada. En un ensayo clínico, de cuatro meses de duración, realizado con mujeres de edades comprendidas entre 65 y 80 años, la administración de una dosis fija (60 gotas/día) del extracto de melisa, ha mostrado beneficios estadísticamente significativos en la mejora de los síntomas cognitivos. Este efecto se relaciona con la actividad que presenta la droga sobre el receptor de acetilcolina. Además, dicho extracto reduce la agitación en los pacientes con respecto al grupo control, hecho que es considerado como un factor positivo en la terapia de esta enfermedad.

Se ha comprobado que determinados extractos de melisa muestran una actividad inhibitoria de la enzima acetilcolinesterasa de forma dosis dependiente.

El aceite esencial de melisa posee actividad antibacteriana, antifúngica y antivírica (especialmente frente al virus del herpes simple). Vía tópica, ha demostrado una actividad tranquilizante en pacientes geriátricos afectados de demencia.

Setenta y dos personas con agitación clínicamente significativa en el contexto de demencia severa, fueron asignadas aleatoriamente para recibir un tratamiento de aromaterapia con aceites esenciales de melisa (n= 36) o placebo (aceite de girasol) (n = 36). El aceite de tratamiento o placebo, fue combinado con una loción de base y aplicado a los pacientes en caras y brazos dos veces al día por el personal encargado de su cuidado, durante 4 semanas.

El 70% del grupo de tratamiento activo y el 14% del grupo placebo, experimentaron una reducción del 30% en la puntuación de la escala CMAI (Cohen-Mansfield Agitation Inventory), con una mejora general en la agitación. Los índices de calidad de vida también mejoraron significativamente en las personas que recibieron el aceite esencial de melisa, no observándose efectos secundarios significativos.

Aplicaciones de la melisa

En el toronjil encontramos un aceite esencial muy rico en aldehídos, terpenos y alcoholes. También contiene taninos, ácidos fenólicos y un principio amargo. Por último, en su composición aparecen mucílagos y flavonoides.

El toronjil es un gran tónico, estimulante y antiespasmódico. Se utiliza para reanimar a las personas desmayadas y para calmar los nervios, el corazón y todos aquellos órganos sobreestimulados. También es un excelente digestivo, carminativo, antiséptico y cicatrizante.

La melisa es una de las plantas que entran a formar parte de la composición del “agua del Carmen”, llamada así porque la fabrican los frailes carmelitas. La receta del agua del Carmen viene preparándose desde hace más de 400 años y es el antiespasmódico más popular, comercializado hoy en día y muy usado popularmente para combatir cualquier estado de ansiedad o agitación: indigestiones, síncopes, crisis nerviosas, etc.

¿Cómo se toma la melisa?

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Se prepara la infusión a partir de una cucharada de postre por taza, tomando no más de 3 tazas al día.

Extracto fluido

. De 30 a 60 gotas, 3 veces al día.

Agua de melisa

La conocida agua del Carmen -comercializada con el mismo nombre- se toma diluida, generalmente en un vaso de tila, porque es muy fuerte. También se pueden añadir unas gotas o un terrón de azúcar.

Jugo de la planta fresca

Se aplica directamente sobre la piel para paliar los síntomas de picaduras de insectos.

Infusión de uso externo

En forma de baños calientes, como relajante.

En el mercado farmacéutico se puede encontrar la melisa en comprimidos, planta troceada, extracto vegetal, tintura, etc., así como formando parte de muchas presentaciones compuestas.

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